Monday, September 29, 2008

Conviven

Aún y Todavía llevan siglos conviviendo. Cientos de años compartiendo el mismo terreno, y ninguna le ha dicho a la otra: -Una de las dos sobra.

Nunca se disputaron el espacio. Y es probable que sigan así, bien avenidas, todavía (o aún) por mucho tiempo.

Tuesday, September 23, 2008

Tener razón

A raíz de leer algunos poemas de Fernando Pessoa en decir-lo-indecible.blogspot.com, me intereso por este autor, quien no sólo escribió poesía. Entre sus textos en prosa (pero no prosaicos) encuentro esta (para mí) pequeña joya, que explica bien lo poco que a menudo significa “tener razón”:

Me encontré hoy en la calle, por separado, a dos amigos míos que se habían peleado el uno con el otro. Cada uno de ellos me contó la historia de por qué se habían pelado. Cada uno de ellos me dijo la verdad. Cada uno de ellos me expuso sus razones. Los dos tenían razón. Los dos tenían toda la razón. No era que uno viera una cosa y el otro viera otra, o que uno viera un lado de las cosas y el otro un lado diferente. No: cada uno veía las cosas exactamente como habían pasado, cada uno las veía con idéntico criterio, pero cada uno veía una cosa diferente, y cada uno, por lo tanto, tenía razón.

Monday, September 22, 2008

Adiós, silencio, adiós

La organización ETA ha asesinado a casi 1.000 personas (hoy, otra más), ha secuestrado y mutilado a otras muchas y ha llenado de dolor a una inmensidad de familias. En algunos casos, la crueldad empleada sólo puede compararse con los actos más aberrantes de la historia de la humanidad: así, Ortega Lara fue secuestrado y recluido en un pequeño habitáculo subterráneo durante 532 días, y si no permaneció más tiempo es porque fue rescatado por la Policía. En el caso de Miguel Ángel Blanco, tras secuestrarle advirtieron de que sería ejecutado en 48 horas si el Gobierno no cedía a las exigencias de ETA. Finalmente fue asesinado después de terribles horas de espanto vividas por su familia y por el conjunto de la sociedad.

Supuestamente ETA pretende la independencia del País Vasco. Desea también la anexión de Navarra y de una zona del sur de Francia, que considera vascas. Parece ser que, en sus orígenes, pretendía asimismo la instauración de un Estado marxista-leninista en esos territorios, aunque este objetivo ideológico parece haberlo abandonado últimamente.

Pero, mientras todo esto ocurre, los ciudadanos vascos votan libremente desde hace treinta años en todos los ámbitos electorales: local, autonómico, estatal, europeo.

A esas elecciones pueden concurrir también los partidos independentistas, salvo aquéllos que de modo patente apoyen el terrorismo. Éstos últimos no están vedados por su ideología independentista, sino por su complicidad con la violencia.

Se da la circunstancia de que el partido nacionalista mayoritario no se presenta a las elecciones con un programa netamente independentista, con lo que es casi imposible saber qué parte de la población está a favor de la independencia. Pero podría hacerlo, es decir, podría concurrir a las elecciones con esa consigna independentista, de modo que los votantes supieran claramente lo que apoyan.En los casos de Álava y Navarra, los resultados electorales vienen poniendo de manifiesto que estas provincias no desean la independencia. Los navarros ni siquiera desean mayoritariamente formar parte (al menos en la actualidad) de la Comunidad Autónoma vasca, según han puesto de manifiesto de modo reiterado en todas las elecciones.

Pero estas últimas cuestiones no son lo más importante. Lo fundamental es que la sociedad vasca dispone de un camino recorrible, pacífico y democrático, para conseguir (si lo quisiera) un objetivo independentista. Sin necesidad de usar la violencia, sin tener que matar a nadie.

Los independentistas podrían también defender su postura en el Parlamento Europeo y otras instituciones de la U.E., dado que, además, existen otros territorios de Europa en donde hay planteado igualmente un debate soberanista (Escocia, Córcega, Flandes…).

Por todo ello, la utilización del homicidio como instrumento político es, en estas condiciones, radicalmente obscena.

Pero la organización ETA continúa asesinando personas. Miembros de las fuerzas de seguridad, políticos de otros partidos, profesionales e intelectuales siguen siendo asesinados en una macabra orgía de terror.

Quienes apoyan la independencia del País Vasco no temen que nadie los asesine por defender sus convicciones, pero en cambio los que discrepan de esas ideas tienen miedo a exponer opiniones críticas, y en particular a condenar abiertamente a la organización ETA. En el País Vasco se vive diariamente en un clima de forzada autorrestricción: temor a expresar en público las propias opiniones.

La irrupción de internet puede hacer quebrar esta indeseable tiranía de silencio.

A través de los blogs, foros, chats y demás ámbitos de debate que la Red nos permite, todos podemos -debemos- hablar sin miedo, exponer críticamente nuestras opiniones y expresarnos con libertad.

La organización ETA tiene reservado un sitio en las páginas más tenebrosas de la historia. La esperanza es que hoy, con internet, con el conocimiento acumulado y la tecnología disponible, podemos romper el miedoso silencio y hacer que otras voces (las que hasta ahora han callado: o sea, las nuestras) se oigan.

Monday, September 15, 2008

Pregunta

Y quien no desee ser ciudadano de "este municipio", de "esta comarca", de "esta provincia", de "esta región", de "este estado"..., sino sólo y meramente ciudadano de la Tierra, ¿en qué censo o padrón puede darse de alta?

Friday, September 05, 2008

192

192 es, según he leído, el número de Estados que hay actualmente en el planeta. Puede que ya haya algunos más (¿Kosovo?, ¿Osetia? ...).

192 Estados: grandes y pequeños, pero todos ellos movidos por su particular interés. No por el interés de la humanidad, no por el interés del planeta..., sino sólo por el interés de ellos mismos.

El bien de la humanidad en su conjunto sólo les importa en tanto afecte a su interés nacional.

Unos Estados son más ricos que otros, unos tienen mejor clima o mayores recursos naturales (igual que pasa con las personas dentro de cada país), pero no existe ningún proyecto global para la redistribución de la riqueza ni para la reducción mundial de las desigualdades.

Y, mientras tanto, nadie piensa en la supresión de fronteras, que es lo que haría posible el equilibrio interterritorial del mundo. Al contrario: sólo se piensa en crear nuevos Estados, nuevas divisiones, nuevas fronteras.

Sólo en Europa, hay actualmente movimientos independentistas en Escocia, Flandes, Córcega, Cataluña, Euskadi… En Asia, tras la caída del sistema soviético han surgido multitud de nuevos Estados.

En cambio, sólo se atisba un movimiento parcialmente favorable a la supresión de fronteras en el Tratado de la Unión Europea, aunque está aún muy lejana su integración como un Estado único.

De modo que los humanos seguimos casi igual que en los albores de la civilización: divididos en tribus o clanes que sólo buscan su propio beneficio grupal y que, si es necesario, recurren a la guerra para dirimir las disputas.

Es, por lo demás, pintoresco que personas que dicen ser solidarias y de izquierdas se declaren, al mismo tiempo, nacionalistas. Resulta curioso porque “nacionalismo” e “izquierda” con conceptos antitéticos e incompatibles entre sí.

Si incluso los llamados progresistas caen en la trampa del nacionalismo (o sea: tribalismo), ¿quién defenderá entonces la supresión de fronteras en el mundo? ¿Quién propugnará la constitución de un único Estado democrático y universal (de un Estado mundial en el que, si no la supresión total de los desequilibrios, sí podría conseguirse a corto plazo la erradicación del hambre y la miseria extrema)?.

Hasta que eso ocurra, 192 Estados-tribu exhiben la minoría de edad del ser humano.

Tuesday, July 29, 2008

Cómo pesa esta Historia

Muchas ciudades europeas están situadas en las faldas de cerros y colinas, alrededor de un castillo. Fueron construidas así en la Edad Media, cuando era básico disponer de una fortaleza amurallada. Pero esto en la actualidad es un inconveniente, ya que las calles en cuesta son difíciles de recorrer. Son, además, calles estrechas y tortuosas, aptas para desplazarse a pie o a caballo, pero imposibles para los medios de transporte actuales.

Es el peso de la Historia.

Hasta hace poco en Europa había decenas de monedas oficiales: el franco, el marco, la peseta, el escudo, la lira, etc. Esto dificultaba considerablemente las transacciones internacionales.

Es el peso de la Historia.

Todavía hoy es difícil la comunicación verbal entre europeos de distintos países. Pese al avance del inglés como lengua internacional, aún son muchos (seguramente la mayoría) los europeos que no pueden conversar fluidamente entre sí.

Es el peso de la Historia.

Qué contraste
–por ejemplo- con los Estados Unidos: donde las ciudades, al ser modernas, poseen anchas calles trazadas en cuadrícula; donde siempre ha habido una moneda común (el dólar); y donde el idioma inglés permite comunicarse desde la costa del Atlántico hasta la del Pacífico. Es la ventaja de no tener (apenas) Historia.

A los países viejos, la Historia nos legó una rémora de división, de guerras, de fronteras… Qué pesadez.

Nuestra Historia es una carga muy gravosa. Es un lastre que tenemos que soltar.

Monday, July 28, 2008

El Dr. J.

En el libro al que ya me he referido (El hombre en busca de sentido), Viktor Frankl cuenta la historia del Dr. J.:

“El Dr. J. es el único hombre con el que me he cruzado en mi vida al que me atrevería a calificar como un ser diabólico. En aquella época se le conocía con el sobrenombre del “asesino de masas de Steinhof”, el gigantesco hospital psiquiátrico de Viena. Fue el encargado de poner en práctica el programa de eutanasia iniciado por los nazis. Lo desempeñó con un fanatismo tal que hizo todo lo posible para que ni un solo enfermo mental escapara a la cámara de gas. Cuando regresé a Viena, después de la guerra, me interesé por la suerte del Dr. J. “Los rusos lo mantenían prisionero en una de las celdas de aislamiento de Steinhof”, me informaron. “Pero al día siguiente la puerta de su celda apareció abierta y nunca se volvió a saber nada de él”.

Años después, visitó mi consulta un antiguo diplomático austriaco, prisionero tras el telón de acero durante muchos años, primero en Siberia y después en la famosa prisión Lubianka de Moscú. Mientras cumplimentaba su examen neurológico, me preguntó, de pronto, si conocía al Dr. J. Tras mi respuesta afirmativa, continuó: “Yo coincidí con él en Lubianka. Murió allí de cáncer de próstata, a los 40 años. Pero antes de morir fue el mejor compañero, casi ejemplar. Consolaba a todo el mundo. Mantenía un comportamiento impecable. Era el mejor amigo que encontré en mis largos años de cautiverio”.

Ésta es la historia del Dr. J., el “asesino de masas de Steinhof”.

O sea que, aunque cueste creerlo, en el mismo ser humano -el Dr. J.- cupieron la crueldad extrema y la solidaridad. Y es que ¡ caben tantas personas dentro de una persona !

Sunday, July 20, 2008

El espanto por dentro

Viktor Frankl fue un psiquiatra austriaco que, debido a su origen judío, permaneció durante años recluido en varios campos de concentración nazis. En su libro El hombre en busca de sentido recoge algunas de las vivencias que experimentó. No es, seguramente, el libro que mejor describe la vida en los campos de concentración, pero sí el que mejor retrata la actitud de sus protagonistas.

Gracias a este libro podemos saber que:

-No todos los prisioneros eran buenos. Entre ellos también había canallas. Precisamente los más depravados solían ser nombrados Kapos o capataces por los miembros de las SS que dirigían el campo.

-Entre los prisioneros eran frecuentes las intrigas y maquinaciones para influir sobre las autoridades a la hora de seleccionar los presos que periódicamente eran enviados a otros campos (de trabajo o de exterminio).

-Los presos que no participaron en traiciones e intrigas no sobrevivieron. Textualmente dice el autor que los mejores de entre nosotros no regresaron a casa.

-La solidaridad y comprensión entre los presos no siempre estuvo presente. El autor cuenta que, con ocasión de un traslado, el tren en que eran llevados pasó junto a la calle donde él había nacido. Les supliqué un huequecito para acercarme a la mirilla durante un instante. Intenté explicarles cuánto significaba para mí. Rechazaron mi petición con rudeza: “Así que has vivido ahí tantos años… Entonces ya lo tienes muy visto".

-Los prisioneros eran conscientes de que la cámara de gas era el destino de los no productivos. De ahí su afán en mantenerse útiles. El autor relata cómo, tras ser trasladado de campo con otros presos, todos festejaron el hecho de que de las duchas saliera… agua.

-No obstante, los suicidios entre los prisioneros eran frecuentes. Bastaba, para ello, lanzarse contra las vallas electrificadas del campo.

-No todos los dirigentes de los campos de concentración eran malvados. El autor alude a un vigilante que daba pan a los presos quitándoselo de su propia comida, e incluso a un comandante alemán que compraba de su bolsillo medicinas para los prisioneros. Y es que, como concluye Frankl, hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos: la raza de los hombres decentes y la raza de los hombres indecentes. Ambas se entremezclan en todas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo se compone exclusivamente de hombres decentes o indecentes. Ningún grupo es de pura raza.

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Tras la lectura de este libro queda claro que el nazismo consiguió sacar de las personas (y no sólo de quienes se vieron obligados a colaborar con él, sino incluso de sus víctimas) lo peor que llevaban dentro.

El problema, entonces, no es que Hitler y otros dirigentes nazis fueran unos monstruos, sino que lograron monstruizar a una ingente cantidad de personas.

Y es que, por desgracia y a la vista de lo que la Historia nos enseña, monstruizar a otros parece algo relativamente fácil.

Friday, July 04, 2008

Natural o no

Desde distintos ámbitos se postula lo natural y se reprueba lo antinatural. Quienes así se pronuncian no sólo defienden su particular opción ideológica, sino que atribuyen a una parte de la realidad la condición de “natural”, y a otra parte la de “antinatural”.

Algunas personas consideran antinaturales (desde su personal perspectiva) la fecundación asistida, los alimentos transgénicos, los métodos anticonceptivos, la energía nuclear, la eutanasia, etc.

E históricamente han sido consideradas antinaturales otras conductas o actuaciones.

En nuestro tiempo la esclavitud nos parece lo más antinatural que puede existir, pero Aristóteles sostuvo que la esclavitud es conforme con la naturaleza, pues unos hombres nacen libres y otros nacen esclavos. (Casualmente, él nació libre: ¡ qué cara más dura !)

Desde ciertas instancias religiosas se afirma que el matrimonio es una institución “de derecho natural”. Pero todos sabemos que la monogamia es más bien excepcional en la naturaleza.

Ningún animal fríe ni cuece sus alimentos. Según eso, cocinar sería antinatural.

Ningún animal se viste. Según eso, llevar ropa sería antinatural.

Hasta hace poco en las facultades de Derecho había una asignatura llamada Derecho Natural. Tras cursarla, la conclusión que obtenían los alumnos es que el Derecho Natural no existe.

En la Naturaleza lo normal es que los animales fuertes den muerte a los débiles. Los carnívoros suelen escoger como víctimas a las hembras embarazadas o a los cachorros de otras especies. No hay solidaridad ni clemencia en este punto. La naturaleza es cruel y despiadada.

Los animales que nacen débiles están abocados a morir, ya que nadie acude en su auxilio. Si un animal enferma, lo habitual es que ningún otro (ni siquiera sus congéneres) le ayuden.

Si un animal pierde la vista o el oído, es rápidamente devorado por los depredadores, o muere de hambre en poco tiempo. No creo que nadie haya visto un león ni un antílope llevando gafas o audífono. Por tanto, “lo natural” sería que, cuando una persona queda sorda o miope, muera en cuestión de días.

Los antibióticos, los analgésicos, la anestesia, las prótesis, los trasplantes de órganos, las transfusiones sanguíneas, las intervenciones quirúrgicas… serían, desde este punto de vista, antinaturales.

Obviamente se replicará: “-Pero la inteligencia humana nos ha permitido desarrollar técnicas para curar enfermedades y evitar muertes. Y nuestra inteligencia también es natural. Por tanto, lo que la inteligencia puede conocer y producir forma también parte de la naturaleza; no es antinatural. Y asimismo la mente humana (que es natural) ha desarrollado un sentido de la ética, de la solidaridad, de la empatía, etc; que por tanto también son naturales”.

Lo anterior es suscribible. Pero entonces habría que ser coherentes. Y aceptar que esas otras realidades que algunos repudian por antinaturales (la anticoncepción, la fecundación in vitro, la muerte digna, los alimentos transgénicos, las clonaciones…) son también naturales, porque las ha desarrollado el cerebro humano, que es natural.

En medio de todo esto, lo único que parece claro es que los conceptos “natural” y “antinatural” no tienen utilidad alguna. Deberíamos evitar usarlos, pues sólo generan confusión. Podrán emplearse otros calificativos (solidario / insolidario, justo / injusto, humano / inhumano, egoísta / generoso…), pero en todo caso ganaríamos mucho desterrando de cualquier exposición los vocablos “natural” y “antinatural”.

Tuesday, July 01, 2008

Hiperactivos

La gravedad atrae. Los planetas giran. El aire se mueve y entonces hace viento. El agua se evapora y entonces forma nubes. Las nubes se condensan y entonces llueve o nieva. Su rozamiento causa, a veces, relámpagos. Los minerales cristalizan. Los volcanes erupcionan...

Y hacen todo eso sin necesidad de saber ni de saberse. Sin necesidad de vida ni conciencia. (Porque, para accionar, ni la conciencia ni la vida son necesarias.)

Son seres inertes: ni están vivos ni aspiran a estarlo. Pero no están quietos. Al contrario: siempre, o casi siempre, están haciendo algo.

Son inertemente hiperactivos.

Wednesday, June 25, 2008

Lo llamamos Internet pero su verdadero nombre es Utopía

Internet no es sólo un invento.

Internet puede ser lo mejor que le ha pasado a la humanidad desde su inicio como especie.

Internet puede salvar al mundo.

Con internet la gente (la humanidad interconectada) puede tomar el control de la Tierra.

Con internet la población mundial puede dejar de estar sometida a unos pocos.

Con internet puede acabar el control de la información, su filtrado por unos cuantos.

Con internet puede acabar la manipulación a gran escala.

Con internet cada persona puede disponer de su propio periódico (o web, o página, o blog) y su propio medio audiovisual, para que nadie acalle sus opiniones y denuncias, ni tergiverse la realidad.

Con internet pueden hacerse inviables los grandes engaños, las colosales ocultaciones de otros tiempos.

Con internet pueden desaparecer las tiranías y arbitrariedades.

Con internet pueden desaparecer los fanatismos religiosos.

Con internet pueden desaparecer los integrismos nacionalistas.

Con internet pueden desaparecer los oscurantismos de toda índole.

Con internet pueden desaparecer las fronteras (físicas y mentales).

Con internet pueden desaparecer las guerras.

Con internet puede desaparecer el terrorismo.

Con internet puede venir la paz.

Con internet (con el messenger, las redes sociales, los foros, los chats…), los habitantes de los Estados en conflicto pueden comunicarse entre ellos; decirse: “si yo no te hice nada y tú a mí tampoco, ¿por qué nuestros países han de estar en guerra?”. “Echemos a estos gobernantes estúpidos: que cada cual expulse a los suyos”.

Con internet, posiblemente, no habrá más Calígulas, Nerones, Napoleones Bonapartes, Sabinos Aranas, Hitlers, Stálines, Mussolinis, Francos, Trujillos, Somozas, Pinochéts, Castros… No habrá más sátrapas, dictadores, ni caudillos.

Al paso de la libertad y la transparencia, caerán, una a una, todas las viejas lacras del hombre.

Con internet puede llegar la verdadera democracia universal, la soberanía del género humano conectado a una Red.

Con internet la humanidad puede tomar las riendas; ser, al fin, dueña de sí misma.

Por todo eso, Internet puede salvar al mundo.

(Me gustaría tanto no equivocarme…)

Thursday, June 19, 2008

Estética de insectos

Lo leo en un libro de biología: “Las flores huelen porque producen sustancias químicas volátiles, esto es, que se evaporan fácilmente. Estas sustancias se generan en los pétalos y sobre todo en los nectarios, que se encuentran en la base de la flor, entre los pétalos y el pistilo. Los nectarios segregan azúcares y otras sustancias. Su finalidad es atraer a los animales polinizadores (abejas, colibríes, mariposas, polillas, etc), quienes dispersarán el polen de una flor a otra y así permitirán la fecundación.

Ésta es también la función de los colores vistosos de las flores: la atracción de los insectos polinizadores”.

Así que, siempre que nos acerquemos a una flor para contemplarla u olerla, deberíamos recordar que su color y su perfume no se hicieron para nosotros, sino para los insectos.

Lo más llamativo de esto quizá sea la coincidencia entre nuestro gusto olfativo y visual, y el de los invertebrados. Los mismos colores y aromas que atraen a los insectos nos atraen a nosotros. De ahí que las flores nos huelan “bien”. De ahí que en nuestras calles haya floristerías, regalemos rosas, cultivemos geranios en el balcón y fabriquemos agua de colonia con aromas florales.

Porque, en este punto, nuestro sentido de la estética es igual que el de las polillas.

Monday, June 09, 2008

Palabras como balas

Algunas formas de dañar por medio de las palabras:

El engaño.

La humillación.

La ironía.

La sátira.

La insinuación.

La burla.

El insulto.

La amenaza.

El rumor.

El sarcasmo.

El grito.

El desprecio.

La difamación.

El embaucamiento.

La demagogia.

La manipulación.

El apodo.

La insidia…

Con las palabras se puede injuriar, mentir, tergiversar, herir, vejar, escarnecer, humillar, retorcer, difamar…

Tristes armas, si no son las palabras”, decía Miguel Hernández. Pero también las palabras pueden ser tristes. También ellas pueden ser cruentas.

Hay palabras que explosionan como bombas. Hay palabras que se incrustan como metralla. Hay palabras que destruyen como obuses.

Hay palabras hirientes como balas. Hay frases tristes y dañinas como un arma de fuego.

Wednesday, June 04, 2008

Una maravillosa anomalía

No tenemos miedo a que alguien más fuerte que nosotros nos esclavice.

No tenemos miedo a que nos recluyan en un campo de concentración a causa de nuestra raza, origen, orientación sexual…

No tenemos miedo a que se nos detenga arbitrariamente, se nos encarcele sin juicio ni garantías, se nos torture, se nos ejecute.

No tenemos miedo a que nos prohíban ser creyentes, o agnósticos, o ateos.

No tenemos miedo a que nos sancionen por defender una ideología, o por editar un libro o un periódico, o por leerlos.

No tenemos miedo a nada de eso. Al menos en nuestro país y en nuestro tiempo, no tenemos miedo. Y no temer nos parece lo normal.

Pero no es así. Lo normal, lo habitual y cotidiano en la historia de la humanidad ha sido (y en buena parte del mundo sigue siendo) lo contrario.

La democracia es una rareza geográfica e histórica, una pequeña isla en el mar de la crueldad, la ignominia y la opresión.

A lo largo de la historia de la humanidad lo normal no ha sido la democracia, sino la tiranía. Lo normal no ha sido que quienes gobiernan fuesen elegidos por el pueblo, sino que gobierne el más atroz y sanguinario. Lo normal no ha sido la tolerancia, sino el fanatismo. Lo normal no ha sido la igualdad de derechos, sino el dominio de unos sobre otros. Lo normal no ha sido la seguridad jurídica, sino el abuso de poder.

La aparición de la democracia constituyó una excepción, una maravillosa anomalía en medio de un mundo regido por la fuerza bruta, el despotismo y la arbitrariedad.

Tuesday, June 03, 2008

Cuéntame un cuento

Lo relata José Antonio Marina, refiriéndose a una anécdota del novelista inglés Charles Dickens (1812-1870). Como otros muchos autores de su época, algunas de sus novelas se iban editando por capítulos en periódicos o folletines. Tras la publicación de un capítulo en que la protagonista quedaba en peligro de muerte, una multitud de personas aguardaba expectante en el muelle de Nueva York la llegada del barco que traía la nueva entrega. Embargado de la misma emoción que el público, el capitán se asomó a la borda y gritó: "¡ Nelly se ha salvado ! ¡ Nelly se ha salvado !".

Al hilo de ello me pregunto: ¿qué hace que nos atraigan tanto las historias de ficción? Narraciones de no-hechos que nunca pasaron, de no-vivencias de gente que nunca existió, ¿por qué nos gusta oírlas, leerlas, verlas en imágenes?

No es porque sean divertidas: muchas de esas historias ficticias son duras y tristes (como lo eran las novelas de Dickens). No es tampoco porque la realidad carezca de tramas: por desgracia la vida real está repleta de argumentos enrevesados.

Entonces, ¿por qué nos gustan las historias inventadas?

Quizá sea por mera atracción de lo imaginario y lo irreal, de esos mundos alternativos en los que viven otras personas y pasan otras cosas, igual que de niños nos gustaba oír (a sabiendas de que eran mentira, o precisamente por eso) los cuentos que nos contaban.

Monday, June 02, 2008

Hiperrealidad

Si al acariciar una piel tocáramos tejido celular formado por capas con poros y folículos... Si al mirar unos ojos viéramos órganos compuestos de iris, cristalino, células fotosensibles... Si al besar unos labios percibiéramos repliegues musculares con piel y con mucosas..., entonces sufriríamos un exceso de cordura, una hiper-lucidez, una específica variedad de la demencia.

Saturday, May 31, 2008

Ineternos

Suele decirse que el ser humano es el único que se plantea la eventualidad de una vida eterna. Pero posiblemente sea al contrario. Puede que el hombre sea el único ser que se plantea la finitud de la vida. Para los animales la vida (su vida) es eterna, porque no son conscientes de su propia mortalidad: desconocen que están abocados a morir. Aunque algunos animales puedan percibir la muerte de sus congéneres, es muy dudoso que lleguen a extrapolar ese hecho y a colegir que también ellos han de morir un día. Pero, en el caso del hombre, esta deducción es inevitable. Desde muy temprano nuestros antecesores debieron cobrar conciencia de su no-eternidad (y de ahí, tal vez, el surgimiento de ideas religiosas sobre otra vida posterior, futura y… eterna).

A lo largo de su evolución, los homínidos se fueron topando con múltiples sorpresas. Se incide mucho en la adquisición del lenguaje, la fabricación de instrumentos y el sentido estético. Pero, desde el punto de vista de su propia percepción como ser, el acontecimiento más trascendente debió ser la conciencia anticipada de su propia muerte: la sensación de fugacidad, de ese inevitable partir para no volver nunca; la convicción de que la vida (la única vida real y tangible) no es eterna.

Friday, May 30, 2008

La forma

La forma del cuerpo. La figura que crece o decrece, pero no cambia.

Ancianos que, tras fracturarse la cadera, reaprenden a caminar con un andador. Con uno de esos aparatos ortopédicos, similares al taca-taca de los niños.

Pañales de celulosa para incontinencias. Similares a los de los bebés. Dodotis de un solo uso, pañales de lactante para ancianos de ochenta.

Y el decrecer (des-crecer) del cuerpo. Los huesos y ligamentos que, con la edad, encogen. De pronto uno es más bajo: deja de llegar a los cajones y estantes a que antes alcanzaba. Ahora la ropa empieza a venir grande, igual que en la infancia se iba quedando pequeña.

A lo largo de la vida cambian las facciones y el tamaño. Nuestro volumen, nuestra estatura aumentan o disminuyen. Pero la forma no.

Nuestra figura, nuestro trazado esencial es, quizás, lo único que permanece.

Monday, May 26, 2008

De entre los muertos

Fósiles de animales que se extinguieron. Fotos amarillas (de nuestros padres, abuelos, bisabuelos: cuando eran niños, de jóvenes, el día de su boda…). Películas en blanco y negro protagonizadas por actores que ya no viven. Viejas postales con calles empedradas y paredes de cal (allí donde ahora discurren avenidas y autopistas). Grabaciones antiguas (la voz de Machado, Juan Ramón Jiménez leyendo un poema…). Fantasmagóricas imágenes de seres que no existen. Sonidos apagados que retornan. Ectoplasmas venidos de otros mundos. Voces y figuras de ultratumba.

De qué seríamos capaces

Muchas personas cambian de actitud al conducir un coche. Aumentan su agresividad, se vuelven insolentes y dirigen recriminaciones e insultos a otros conductores. Algo que nunca hacen cuando se desplazan a pie. Probablemente es debido a la sensación de poderío y anonimato (en la carretera nadie se conoce) que el coche proporciona.

Esta sabida constatación viene a mostrar que, si habitualmente no incurrimos en abuso y despotismo, es gracias a que tenemos unos límites o controles: la disuasión del pudor y la crítica, el freno de la responsabilidad, el temor al rechazo ajeno, la obligación de rendir cuenta de nuestros actos dañinos... El límite, en fin, de sabernos limitados.

Es posible que, sin limitaciones de esa naturaleza, nos pervirtiéramos y degeneráramos hasta volvernos pequeños (o grandes) monstruos.

¿A qué clase de depravación podríamos llegar, cada uno de nosotros, si tuviéramos todo el poder y fuéramos -además- impunes?

Friday, May 23, 2008

Incomprensibles

Los apasionados del fútbol no entienden que a otros no les guste. Quienes "pasan de" fútbol no pueden entender que a alguien entusiasme ver a 22 hombres pateando un balón.

Los nacionalistas no entienden que a otros les resulte trasnochado el concepto de “patria”. Los no-nacionalistas no entienden a quienes quieren crear más fronteras.

Los creyentes no entienden que se pueda carecer de fe. Los no creyentes no entienden que otros puedan creer.

En múltiples aspectos, la mitad de la gente no comprende a la otra mitad.

Tuesday, May 20, 2008

Cómo es ser otro

Salvo los murciélagos, nadie sabe cómo es ser un murciélago.

Salvo los pulpos, nadie sabe cómo es ser un pulpo.

Salvo los elefantes, nadie sabe cómo es ser un elefante.

Ninguno de nosotros ha estado dentro de un murciélago, de un pulpo, de un elefante… Todo lo más, estudiando su sistema nervioso podemos suponer cómo perciben y elaboran la realidad (o mejor dicho: su realidad); pero no podemos saber a ciencia cierta cómo se sienten a sí mismos.

Nadie sabe, tampoco, cómo es ser otra persona. Juzgamos a los demás comparándolos con nosotros. Los admiramos o desdeñamos según que sean capaces o no de hacer aquello que nosotros hacemos. Los medimos y valoramos con nuestro propio sistema métrico, con nuestra propia escala de valores. Como si por dentro fuéramos iguales.

Tendemos a pensar que ser otro se parece mucho a ser nosotros mismos. Pero no sabemos hasta qué punto puede ser diferente.

Porque, en realidad, nadie sabe bien cómo es ser otro.

Monday, May 19, 2008

Nadie ha visto una naranja

Ninguno hemos visto una naranja entera: por delante, por detrás, por debajo, por arriba...; por todas sus caras a la vez.

Hemos visto una naranja por partes sucesivas mientras íbamos girándola, y después hemos recompuesto su figura en nuestro cerebro.

Pero entera, lo que se dice entera -por todos sus lados al mismo tiempo-, nadie ha visto una naranja.

Friday, May 16, 2008

Nos acuso

Para sobrevivir hubimos de ser solidarios hacia el propio grupo.

Para sobrevivir hubimos de ser agresivos hacia otros grupos.

Sobrevivieron los grupos que eran, a la vez, solidarios hacia dentro y agresivos hacia fuera.

Eso nos hizo, a la vez, colaboradores y violentos. Por lo mismo, matar a otro podía ser un crimen (si era un compatriota) o una hazaña bélica (si era un adversario). Dependía.

Era una paradoja absurda. Pero, dentro de su absurdez, tenía cierta lógica.

Por ello es que, hasta un determinado momento, no nos culpo. Supongo que debía ser así. (Pasa también con las hormigas y otros animales.)

Pero ahora sí. Ahora nos acuso de considerar otro grupo a quienes no disputan nuestro alimento (a lo sumo, una porción de bienestar) ni amenazan nuestra subsistencia. De no comprender que hay sólo un grupo humano. De dilapidar el intelecto, de sucumbir al instinto.

De ofuscación. De estupidez.

De eso nos acuso.

Wednesday, May 14, 2008

Adiós, silencio, adiós

La organización ETA ha asesinado a casi 1.000 personas (hoy, otra más), ha secuestrado y mutilado a otras muchas y ha llenado de dolor a una inmensidad de familias. En algunos casos, la crueldad empleada sólo puede compararse con los actos más aberrantes de la historia de la humanidad: así, Ortega Lara fue secuestrado y recluido en un pequeño habitáculo subterráneo durante 532 días, y si no permaneció más tiempo es porque fue rescatado por la Policía. En el caso de Miguel Ángel Blanco, tras secuestrarle advirtieron de que sería ejecutado en 48 horas si el Gobierno no cedía a las exigencias de ETA. Finalmente fue asesinado después de terribles horas de espanto vividas por su familia y por el conjunto de la sociedad.

Supuestamente ETA pretende la independencia del País Vasco. Desea también la anexión de Navarra y de una zona del sur de Francia, que considera vascas. Parece ser que, en sus orígenes, pretendía asimismo la instauración de un Estado marxista-leninista en esos territorios, aunque este objetivo ideológico parece haberlo abandonado últimamente.

Pero, mientras todo esto ocurre, los ciudadanos vascos votan libremente desde hace treinta años en todos los ámbitos electorales: local, autonómico, estatal, europeo.

A esas elecciones pueden concurrir también los partidos independentistas, salvo aquéllos que de modo patente apoyen el terrorismo. Éstos últimos no están vedados por su ideología independentista, sino por su complicidad con la violencia.

Se da la circunstancia de que el partido nacionalista mayoritario no se presenta a las elecciones con un programa netamente independentista, con lo que es casi imposible saber qué parte de la población está a favor de la independencia. Pero podría hacerlo, es decir, podría concurrir a las elecciones con esa consigna independentista, de modo que los votantes supieran claramente lo que apoyan.

En los casos de Álava y Navarra, los resultados electorales vienen poniendo de manifiesto que estas provincias no desean la independencia. Los navarros ni siquiera desean mayoritariamente formar parte (al menos en la actualidad) de la Comunidad Autónoma vasca, según han puesto de manifiesto de modo reiterado en todas las elecciones.

Pero estas últimas cuestiones no son lo más importante. Lo fundamental es que la sociedad vasca dispone de un camino recorrible, pacífico y democrático, para conseguir (si lo quisiera) un objetivo independentista. Sin necesidad de usar la violencia, sin tener que matar a nadie.

Los independentistas podrían también defender su postura en el Parlamento Europeo y otras instituciones de la U.E., dado que, además, existen otros territorios de Europa en donde hay planteado igualmente un debate soberanista (Escocia, Córcega, Flandes…).

Por todo ello, la utilización del homicidio como instrumento político es, en estas condiciones, radicalmente obscena.

Pero la organización ETA continúa asesinando personas. Miembros de las fuerzas de seguridad, políticos de otros partidos, profesionales e intelectuales siguen siendo asesinados en una macabra orgía de terror.

Quienes apoyan la independencia del País Vasco no temen que nadie los asesine por defender sus convicciones, pero en cambio los que discrepan de esas ideas tienen miedo a exponer opiniones críticas, y en particular a condenar abiertamente a la organización ETA. En el País Vasco se vive diariamente en un clima de forzada autorrestricción: temor a expresar en público las propias opiniones.

La irrupción de internet puede hacer quebrar esta indeseable tiranía de silencio.

A través de los blogs, foros, chats y demás ámbitos de debate que la Red nos permite, todos podemos -debemos- hablar sin miedo, exponer críticamente nuestras opiniones y expresarnos con libertad.

Está claro que la organización ETA tiene reservado un sitio en las páginas más tenebrosas de la historia. La esperanza es que hoy, con internet, con el conocimiento acumulado y la tecnología disponible, podemos romper el miedoso silencio y hacer que otras voces (las que hasta ahora han callado: o sea, las nuestras) se oigan.

Monday, May 12, 2008

No hay sitio para dos

En la Tierra no había sitio para varias especies inteligentes. De hecho, apenas hay sitio para una.

Por eso no existen otras especies inteligentes aparte de la humana.

Si ya fueron (y son) brutales las disputas entre clanes o grupos de la misma especie humana (o sea, intraespecíficas), ¿qué intensidad podrían alcanzar las luchas interespecíficas entre varias especies inteligentes?

¿Alguien se imagina dos especies inteligentes disputándose los recursos, el poder, el territorio...? ¿A qué grado de enfrentamiento podrían llegar para dirimir sus -inevitables- conflictos?

La extinción de los neanderthales (la otra especie inteligente que ha existido en la Tierra) -ocurrida, según se cree, hace unos 30.000 años- pudo ser obra de nuestros antecesores directos. Ambas especies de homínidos no cabíamos en la Tierra. Una de las dos sobraba: ellos o nosotros.

Sunday, May 11, 2008

Nadies

¿Cuánta gente nos conoce y nos trata? ¿Con cuántas personas nos hemos cruzado, al menos una vez a lo largo de nuestra vida, en la calle, en el metro, en el supermercado…? ¿Con cuántas hemos intercambiado siquiera una palabra? ¿Tal vez con un 1 % de la humanidad? No: mucho menos que eso.

Para la inmensa mayoría de la gente, cada uno de nosotros es nadie.

Para la inmensa mayoría de los humanos, nunca hemos existido.

Thursday, May 08, 2008

Monumentos

Las faraónicas pirámides, las góticas catedrales, los palacios suntuosos fueron erigidos por gentes (braceros, peones...) que vivían en cuevas o en casuchas.

Todo el lujo se alzó sobre la pobreza de otros. El esplendor se hizo a base de miseria.

Curiosamente hoy se admiran esos edificios y nadie parece avergonzarse de ellos.

Pueden ser obras de arte, pero también de postración. Son monumentos... a la iniquidad.

Wednesday, May 07, 2008

Poemas selectos

Aún no se ha hecho ni de día
y Manuela ya baldea su patio con alegría,
y tararea al barrer una de Lole y Manuel,
pero suena tan quebrá…
Suena a ruina y a coñac,
suena a ganas de llorar.
Tiene en los ojos girasoles
que no saben de frases de poetas, no señor,
que van sin ton ni son cuando Manuela canta saetas.
Aún echan chispas sus andares.
A pesar de años perdidos por recodos y olivares, taconea al caminar.
Cuenta que no ha visto el mar,

que lo ha oído en caracolas que parecían cantar
fandangos de soledad.

(MAREA)

Los recuerdos suelen contarte mentiras.
Se amoldan al viento,
amañan la historia;
por aquí se encogen,
por allá se estiran,
se tiñen de gloria,
se bañan en lodo,
se endulzan, se amargan
a nuestro acomodo...
Como las heridas de guerra,
vuelven a dolernos de nuevo...
Pero los recuerdos
desnudos de adornos,
limpios de nostalgias,
cuando solo queda
la memoria pura,
el olor sin rostro,
el color sin nombre,
sin encarnadura,
son el esqueleto
sobre el que construimos
todo lo que somos,
aquello que fuimos
y lo que quisimos
y no pudo ser.

(SERRAT)

"Al lugar donde fuiste feliz no debieras tratar de volver".

"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió"
.

(SABINA)

"Puede ser que la respuesta sea no preguntarse por qué".

"Quisiera haber querido lo que no he sabido querer".

(FITO & FITIPALDIS)

Y es que a veces la mejor poesía no se encuentra en los libros, sino en el MP3 de mi hija.

Tuesday, May 06, 2008

Prolongación

No es sólo que antes fuimos un pez, un reptil, un cuadrúpedo, un simio...

Es que el pez, el reptil, el cuadrúpedo, el simio... viven en nosotros.

Son nuestro relleno. Y nosotros, apenas la envoltura que los cubre.

Unas líneas más en el árbol genealógico, eso es lo que somos. No más que un estiramiento, una prolongación de ellos. (-Alarga esas patas, reduce esos pelos, endereza esa espalda, recorta esas orejas, estira ese cerebro...)

Nos miremos como nos miremos, todo nos delata.

Wednesday, April 30, 2008

Animistas

Somos animistas.

Decimos que una palabra quiere decir algo. Por ejemplo: “Obsoleto quiere decir desfasado”. Como si las palabras tuvieran voluntad para desear algo.

Decimos que la naturaleza es sabia, como si el universo físico tuviera facultades intelectuales.

Decimos que un nombre, una fecha o un dato no me viene a la memoria. Como si fueran ellos -el nombre, la fecha, el dato- quienes acuden a nosotros, en vez de nosotros a ellos.

Decimos que me vino a la cabeza esta idea o esa ocurrencia, como si los pensamientos tuvieran piernas para llegar hasta nosotros.

Decimos que un motor sufre cuando se le trata mal, como si los motores tuvieran receptores nerviosos para sufrir.

Decimos que la suerte nos sonríe, como si la suerte tuviera labios y, mirándonos, los moviera.

Decimos “-Esta novela me ha atrapado”, como si el libro tuviera brazos para sujetarnos y retenernos

Decimos tierra, trágame cuando preferiríamos no estar en un lugar o situación. Como si la Tierra tuviera mandíbulas para engullirnos.

En fin: nuestro lenguaje evidencia que, sin ningún género de dudas, somos animistas.

Tuesday, April 29, 2008

A ver si te entiendes

Las piedras no entienden a las piedras. Se contraen, dilatan, deforman, oxidan… pero no saben por qué.

Las plantas no comprenden a las plantas. Hacen la fotosíntesis, pero ignoran los motivos.

Una abeja no conoce los porqués de sus actos. ¿Por qué fecundan los zánganos a la reina? Total: para morirse acto seguido, o ser expulsados de la colmena y condenados igualmente a morir…

Y nosotros: ¿nos entendemos a nosotros mismos? ¿Sabemos por qué hacemos lo que hacemos?, ¿por qué actuamos como actuamos?

¿Qué parte de nuestros actos realizamos con conocimiento de causa… y de fin?

Monday, April 28, 2008

De todo lo visible y lo invisible

El agua es incolora, transparente. El aire es incoloro, transparente. Pero puede que no sean transparentes e incoloros, sino que nuestro cerebro elija verlos así. (O sea, no verlos.)

Los animales acuáticos (y todos hemos sido animales acuáticos) necesitan que el agua sea transparente para ver dentro de ella. Todos los cerebros y ojos se formaron en el mar. Y para ver dentro del mar, el agua ha de ser transparente. Dentro de un líquido opaco no se podría ver nada.

En cuanto al aire, los animales terrestres necesitamos que sea transparente -o sea, incoloro- para ver las demás cosas.

Si el aire no fuera transparente, si no lo percibiéramos incoloro sino rojo o verde o amarillo, entonces no veríamos ningún otro objeto. El color le daría opacidad y ello nos impediría ver a su través.

Puede que nuestro cerebro elija no ver algunas cosas para poder ver las demás.

Thursday, April 24, 2008

Fueron ellos

Nos hicieron ellos: los depredadores que nos atacaban, los competidores que nos disputaban el sustento.

Ellos fueron quienes nos forzaron a aguzar el ingenio, a inventar armas e instrumentos para la defensa y la caza, a articular un lenguaje para acometer eficazmente esas acciones.

Ellos fueron quienes nos seleccionaron. De ese modo, los homínidos más inteligentes sobrevivieron. Los peor dotados -¡ay!- se quedaron en el camino.

No fuimos nosotros, sino ellos.

Fueron otros animales -nuestros depredadores y competidores- quienes forzaron nuestra selección, nuestra evolución.

Fueron otros animales quienes nos obligaron a hacernos hábiles e inteligentes. A estirar nuestro cerebro.

Fueron otros animales quienes, con su adversidad u hostilidad, nos forzaron a inventar un lenguaje para mejorar nuestra eficacia como grupo.

Fueron otros animales -nuestros depredadores, nuestros competidores- quienes nos humanizaron.

Wednesday, April 23, 2008

Un diminuto círculo

E.E. Aldrin fue uno de los tres astronautas que viajaron por primera vez a la Luna, en julio de 1969.

En una entrevista explica que, desde la Luna, nuestro planeta se ve como un círculo cuatro veces mayor que la luna llena vista desde la Tierra. Dice también que semeja “una joya brillando en un cielo negro y aterciopelado”. “Cuando vi la Tierra desde el espacio por primera vez –sigue contando-, el mar no tenía el color azul luminoso de las fotografías, sino diferentes tonos que iban de una gama más verdosa a un azul profundo. Y en cuanto a la superficie terrestre, tiene un tono bronceado, como de color aceituna. En realidad, resulta difícil apreciar las masas verdes. La blancura de los polos, en cambio, sí destaca mucho”.

Me pregunto qué sentiría yo si pudiera contemplar, desde la Luna, ese círculo azul verdoso brillando en el cielo.

En todo caso, supongo que impresionará constatar que toda la vida que conocemos, y también nuestra evolución, nuestra grandeza, nuestra cretinez –el egoísmo, la explotación, las guerras-, nuestros sueños…, todo cabe ahí. En esa bola.

Sí: toda la naturaleza, toda la humanidad, toda la historia están dentro de un pequeño círculo que brilla.

Tuesday, April 22, 2008

Lloró

Lloró por la finitud y la amputación. Lloró por sí mismo y por la soledad en que, sin Lázaro, quedaba. Lloró por lo que todos lloramos.

Era un hombre recio e impasible. Pero no hasta ese punto. No hasta el extremo de no llorar nunca.

Puede que sólo pasara esa vez, pero el caso es que, al enterarse de la muerte de su amigo, Jesús lloró.

Monday, April 21, 2008

¿Extinción?

Los animales de la misma especie luchan entre ellos por el alimento, por el territorio, por las hembras… Pero raramente llegan a matarse entre sí. A veces, de modo ocasional pueden producirse la muerte, como esos ciervos machos que en sus arremetidas quedan trabados por los cuernos y, al no poder separarse, perecen de hambre; o casos aislados de animales que, al luchar con otro congénere, no calculan sus fuerzas y acaban matando al adversario; o animales encerrados cuyos instintos se trastornan a causa de la cautividad. Pero son excepciones, rarezas.

Lo normal es que en esas luchas intraespecíficas no se llegue a dar muerte al oponente. Y no puede ser de otro modo. Aunque posiblemente en el devenir biológico hubo especies con esa conducta, han terminado por extinguirse a causa de su propia autodepredación.

Actualmente sólo hay una especie que practique la violencia mortífera contra individuos de su misma especie. Es, obviamente, el ser humano. Y, al igual que probablemente ocurrió con los otros animales con actitud autodepredadora, su destino (salvo que abandone esa conducta) parece ser la extinción.

¿Seremos capaces de abandonar esa conducta?

Friday, April 18, 2008

Blanco es

He oído que en el idioma de los esquimales existen 22 palabras para designar al color blanco. Cada una nombra un tono, un matiz dentro de la gama de este color. Se entiende que sea así: en su hábitat no hay muchos colores aparte del blanco, y además estas tonalidades deben ser muy importantes para designar el estado del hielo y de la nieve.

No sé si sigue habiendo esquimales pero espero que, al menos, su lengua no se pierda.

A mí no sólo me gustaría conocer sus palabras. También querría mirar cada uno de los blancos (el de la tiza, el de la leche, el de la cáscara de huevo, el del oso polar, el del azúcar…: ésos que para nosotros son un solo y único color) a través de sus ojos.

Thursday, April 17, 2008

Inconscientes

Calladamente, sin avisarnos ni informarnos, sin contar para nada con la consciencia, la parte no consciente del cerebro se aplica a las tareas más exigentes: la respiración, los latidos cardíacos, el metabolismo, el tránsito digestivo, las secreciones hormonales, la termorregulación…

Todo eso se dirige y controla desde la zona no consciente del cerebro.

Y es mejor que sea así. ¿Acaso desde la consciencia seríamos capaces de gestionar todo eso? No: un día se nos olvidaría tragar oxígeno; otro día no controlaríamos la temperatura; otro día -por despiste- dejaríamos de latir… No llevaríamos bien las cuentas, alteraríamos las frecuencias de los latidos, confundiríamos los intervalos de inspirar y espirar… Y al primer fallo serio, se acabó.

Lo que parece claro es que la parte inconsciente del cerebro funciona mejor que la consciente. Es más exacta, más rigurosa y tenaz.

Pero apenas se habla de eso. Es más: cuando se alude al cerebro todo el mundo piensa sólo en su parte consciente.

Es verdad que sin consciencia, sin autopercepción, no seríamos nosotros. Pero desde el punto de vista de la eficacia y de la capacidad resolutiva, la consciencia está sobrevalorada.

Tuesday, April 15, 2008

Evolución / Involución

Suele decirse que Darwin es el autor de la teoría de la evolución. Pero, en rigor, no es así. Darwin rechazaba hablar de evolución y sólo empleaba el término selección natural.

La palabra evolución se asocia comúnmente a progreso o mejora. Y la selección natural no tiene nada que ver con eso.

La selección natural es simplemente un filtro que, en cada momento y en razón de las circunstancias ambientales, deja pasar los cambios favorables a la supervivencia.

La selección natural no está al servicio de la destreza, ni de la superación, ni de la inteligencia. No es una línea recta, sino que puede ser curva. Puede avanzar y retroceder.

Algunos mamíferos, después de un largo desarrollo en tierra firme, regresaron al mar: delfines, focas, ballenas, etc. Aquellas patas que -en términos evolutivos- tanto les costó desarrollar, volvieron a convertirse en aletas (o algo parecido) con motivo de su regreso al medio acuático. ¿Supuso esto un progreso, una mejora, un avance? ¿O más bien fue una regresión, una involución, un retroceso? Ni lo uno ni lo otro: se trató sólo de una adaptación, un nuevo cambio para sobrevivir.

Por lo mismo, el surgimiento de nuestra inteligencia no fue, en términos biológicos, un perfeccionamiento. Fue sólo un cambio adaptativo al servicio de la supervivencia.

Del mismo modo que hubo mamíferos que para sobrevivir perdieron las patas, no es descartable que, en determinadas circunstancias, otros mamíferos (nosotros, por ejemplo) podamos, para sobrevivir, perder la inteligencia.



Como todos los demás caracteres adquiridos por las especies, la inteligencia -nuestra inteligencia- también es reversible.

Monday, April 14, 2008

Hijos del corazón

1.

Los huevos de escorpión se desarrollan dentro de los conductos genitales de la madre. Una hembra puede alumbrar varias decenas de escorpiones de una sola vez, dependiendo de la especie. Al nacer, las crías sólo miden unos pocos milímetros, e inmediatamente se suben encima de su madre. Permanecerán allí hasta la primera muda, que tiene lugar entre la primera y la cuarta semana de vida. Mientras tanto, se alimentan de pequeños insectos que la madre atrapa para ellos y les va dando con sus patas.

Pero esto –supuestamente- no es amor, es mero instinto maternal.

2.

Los cocodrilos construyen nidos con vegetación y lodo o bien excavan pozos en la arena de las riberas de los ríos. Defienden los huevos ferozmente y, cuando nacen las crías, la madre las lleva dentro de su boca para protegerlas hasta que pueden valerse por sí mismas. En algunas variedades de cocodrilos, el cuidado de los huevos o de las crías es asumido por el macho de la pareja.

Pero todo esto -supuestamente- sigue sin ser amor, sigue siendo puro instinto.

3.

La loba, tras parir a las crías, las lame para limpiarles las membranas fetales, corta el cordón umbilical, lo trocea y empieza su etapa de lactancia. Durante las tres primeras semanas las crías son amamantadas por la hembra, pero al mes se van destetando y comienzan a ser alimentadas por el macho, que ingiere el alimento, lo regurgita y lo ofrece a los cachorros. A las cuatro semanas los lobeznos ya empiezan a abandonar la madriguera.

Pero esto tampoco es amor, es -supuestamente- un simple apego o querencia instintiva.

4.

La madre humana toma dulcemente a su bebé, se lo pone en el pecho, al acabar de mamar le limpia la cara, lo arrulla con sus brazos, le canta, le da golpecitos en la espalda para que eche el aire. A esa madre humana se le enciende la mirada al contemplar a su hijito. “-Mi vida, mi sol, mi tesoro”, exclama.

Y esta humana sublimación del instinto, esta sofisticada modalidad de la ternura, sí es -por fin- amor.

Thursday, April 10, 2008

Discordancias

¿Quién dice que los niños no son geniales? Nos habían enseñado que el pronombre sustituye al nombre, aunque a veces, por motivos enfáticos, aparecen uno junto al otro. Así, en “le comenté eso a Luis” le y a Luis son el mismo complemento indirecto. Por eso concuerdan. (En rigor, uno de los dos sobra.)

Pero en un libro sobre frases de niños encuentro esta genialidad. Un niño le dijo a su abuela: “-Mira, abuela, qué pasteles tan buenos te hemos comprado para mí”.

¿Cuál es el complemento indirecto: “te” (para ti) o “para mí”? Obviamente ambos: los pasteles comprados para la abuela eran, en realidad, para el niño (o al menos eso pensaba éste). De ahí la discordancia.

Dado que las reglas de la gramática no le dejaban expresar su idea, el niño inventó otras. Como debe ser.

Wednesday, April 09, 2008

Baldosa

Necesitas pedir perdón. Sabes que te sentirías mejor después de decir disculpa, lo siento. Y sin embargo hay una fuerza dentro que se opone. ¿Cómo se llama esa resistencia? Puesto que no tiene nombre, podríamos llamarla baldosa. Así sería más sencillo pisarla, cruzar por encima y decir perdona.

Tuesday, April 08, 2008

La muerte

Me gustan las librerías pero, más que las que apilan best sellers como si fueran ladrillos, me atraen las librerías de saldo: las que ofrecen libros viejos, baratos y descatalogados. En una de ellas encuentro La muerte, una recopilación de escritos y poemas de Juan Ramón Jiménez con la muerte como telón de fondo. Lo abro y encuentro palabras como éstas:

¿Qué le pasa a una música que deja de sonar; qué a una brisa que deja de acariciar; y qué a una luz que se apaga? ¿Qué males les suceden? ¿Les pasa mal alguno? Muerte, di, ¿y qué eres tú sino silencio, calma y sombra?

¡ Crearme, recrearme, vaciarme, hasta que el que se vaya muerto, de mí, un día a la tierra no sea yo. Burlar honradamente, plenamente, con voluntad abierta, el crimen, y dejarle este pelele negro de mi cuerpo, por mí !


¿Por qué este espanto de la muerte? ¿No morí ya niño, no morí adolescente, no morí joven?

¡ Hermana de la vida, hermana de mi amor: la vida; bella lo mismo que ella; pobre hermana, tan triste, sin nadie que te quiera !

…y hundirse, con la frente descompuesta, en el oscuro “nunca” hondo.


Madre que nos espera, como madre final, con un abrazo inmensamente abierto, que ha de cerrarse un día, breve y duro, en nuestra espalda para siempre.

¡ Adiós, adiós ¡ ¡ Qué grato el irse, cuando se queda uno en todo !

Creo que, después de leer estos versos, puedo ver la muerte con otros ojos. A través de las palabras de J.R. Jiménez la muerte despliega una inesperada belleza. Pero al mismo tiempo este libro es, como todo lo que nos conmueve, un canto a la vida. A esta vida sin la que no sabríamos qué significa emocionarse.

Monday, April 07, 2008

Instinto ético

Se titula El origen del hombre pero también podría llamarse El contenido del hombre. Darwin, una de las mentes científicas más lúcidas de la humanidad, no sólo explica en esta obra el surgimiento del hombre a partir de un mamífero velludo, con rabo y orejas puntiagudas, de hábitos probablemente arbóreos, sino que expone cómo se conformó la mente humana: esa extraña mezcla de instintos ancestrales y raciocinio inteligente.

En referencia al surgimiento del sentido moral (fundamento de la ética humana y de gran parte de los postulados religiosos), Darwin señala lo siguiente:

“El desarrollo de las cualidades morales… descansa en los instintos sociales… Los animales dotados de instintos sociales sienten deleite en la mutua compañía, se alertan unos a otros del peligro y se ayudan y defienden de muchas formas. Estos instintos no se extienden a todos los individuos de una misma especie, sino solamente a los de la misma tribu o comunidad. Como son en alto grado beneficiosos para la especie, es probable que se hayan adquirido por la selección natural…

Los animales sociales se hallan impelidos en parte por el deseo de prestar ayuda a los miembros de su comunidad en general… El hombre está impelido también por ese mismo deseo general de auxiliar a sus compañeros… El motivo que le impele a prestar ayuda está también muy modificado en el hombre; ya no consiste tan sólo en un ciego impulso instintivo, sino que se halla considerablemente influido por la idea de la alabanza o censura de sus semejantes. El aprecio de la alabanza o la reprobación, así como su concesión, resultan también de la empatía, sentimiento que, como vimos, es uno de los elementos más importantes de los instintos sociales. Aunque la empatía fue adquirida como instinto, se acrecienta considerablemente con el hábito y el ejercicio…

La naturaleza moral del hombre alcanzó en parte su grado presente por el progreso de sus facultades racionales, y consiguientemente de la verdadera opinión pública; pero sus empatías fueron haciéndose todavía más profundas y extensamente propagadas por los efectos del hábito, el ejemplo, la instrucción y la reflexión. No es improbable que después de larga práctica se hicieran hereditarias las tendencias virtuosas. En las razas más civilizadas la convicción de la existencia de una divinidad omnisciente ha ejercido poderoso influjo en el progreso de la moral…. Esto no obstante, el fundamento primitivo u originario del sentido moral descansa en los instintos sociales, incluyendo la empatía, los que sin duda alguna se alcanzaron en un principio, al igual que en los animales inferiores, merced a la selección natural”.

Así que ya sabemos de dónde viene nuestra ética: de la empatía (ponerse en lugar del otro). Los grupos entre cuyos miembros no hubiera empatía estaban abocados a extinguirse por su propia debilidad frente a aquéllos en que sí existiera empatía. De modo que esa tendencia empática constituye un instinto, surgido e instaurado ya en nuestros ancestros como especie social.

La ética humana es, originariamente, un instinto.

Sunday, April 06, 2008

Plaza de las batallas

En el centro de Jaén está la plaza de las Batallas. Viví allí muchos años. Se llama así por un monumento erigido para conmemorar dos batallas que tuvieron lugar en la provincia de Jaén y a escasos kilómetros una de otra: la de las Navas de Tolosa (entre cristianos y musulmanes almohades) y la de Bailén (entre españoles y franceses). Aunque ambos escenarios se hallan cerca, las dos batallas están muy separadas en el tiempo. La primera se libró en el año 1212. La segunda, en 1808. Entre una y otra pasaron 596 años. Casi 600.

Seis siglos de historia en que la humanidad no aprendió nada sustancial. 600 años perdidos.

En la ciudad de Jaén está la plaza de las Batallas, pero también podría llamarse plaza de la estulticia.

Friday, April 04, 2008

Sólo pedía ayuda

Ramón Sampedro quería morir. Muchos tetrapléjicos desean seguir viviendo, pero Ramón Sampedro, después de muchos años postrado en una cama y con su movilidad corporal casi anulada, quería morir.

La historia es bien sabida: A causa de sus propias limitaciones físicas Ramón Sampedro no podía poner fin a su existencia, necesitando para ello la ayuda de otra persona. Sin embargo, la ley amenazaba con la cárcel a quien le prestara esa colaboración.

Ramón Sampedro acudió a los tribunales, pero éstos se abstuvieron de resolver su solicitud apreciando defectos formales.

Finalmente Ramón Sampedro encontró a alguien dispuesto a proporcionarle la ayuda necesaria, desinteresadamente y exponiéndose a las consecuencias penales de su acción.

Quienes hacen las leyes no están dispuestos a fijar claramente el principio básico de que nadie debe ser conminado a vivir contra su voluntad.

No se sabe por qué, pero es así. El código penal español sigue castigando a quien coopere con la muerte de otro, aun cuando ello sea a petición expresa e inequívoca de quien experimenta padecimientos insufribles.

No debería ser así. Al menos eso creo.

Las leyes deben velar por que la decisión de cesar de vivir se tome siempre en condiciones de conciencia, madurez y libertad. Pero no se entiende en virtud de qué principio puede obligarse a seguir viviendo a quien no lo desea.

No cabe cuestionar que la vida deber ser objeto de la mayor protección. Pero, si el dueño (insisto: el dueño) de esa vida está en condiciones de tomar una decisión libre y consciente, entonces sólo a él (no al Estado ni a terceras personas) corresponde decidir si su existencia merece la pena o no ser vivida.

Y en caso de optar libremente por dejar de vivir, negar a esa persona la ayuda necesaria es, sencillamente, cruel.

Sunday, March 30, 2008

Hormiguitas

Yo tenía 10 años. En una caja de zapatos, en cuya tapa había hecho unos agujeros, guardaba mis gusanos de seda. Aún eran pequeños. Habían nacido a mediados de marzo y lo que voy a contar pasó poco después de Semana Santa.

El caso es que las hormigas se metieron por los agujeros de la caja, mataron a los gusanos y los seccionaron en trozos. Las sorprendí cargando con los cadáveres, de camino a su hormiguero.

Es uno de esos recuerdos de la infancia que no se olvidan.

Tardé años en entender que las hormigas no fueron, no son, crueles. Que crueles son sólo las leyes y mandatos biológicos que tienen que cumplir.

Estos días releo El origen del hombre, de Darwin, y encuentro esta frase: Los animales inferiores manifiestan, como el hombre, sentimientos de placer y dolor, felicidad y desdicha… También los insectos juegan entre sí”. Y a continuación alude a hormigas que corren tras sus compañeras y se mordisquean como perros pequeños.

Así que las hormigas también juegan. Hay hormigas-niñas que juegan unas con otras. Como los hombres-niños, como los cachorros humanos. Como yo, cuando tenía 10 años.

Probablemente nunca me reconciliaré con las leyes biológicas, pero creo que las observaciones de Darwin me reconcilian, definitivamente, con las hormigas.

Friday, March 28, 2008

¿Y si...?

¿Y si dejáramos de cuchichear?

¿Y si paráramos de vociferar?

¿Y si cesáramos de hablar por hablar, de gritar por gritar?

¿Y si bajáramos el volumen?

¿Y si anuláramos la megafonía, los altavoces, los cascos, los auriculares?

¿Y si, por un tiempo, desconectáramos la tele, la radio, el mp3, el mp4, el iPod…?

¿Y si hiciéramos un hueco al silencio en nuestras vidas?

¿Y si nos permitiéramos oír la voz de dentro?

Thursday, March 27, 2008

Balas

Lo leo en la página del filósofo José Antonio Marina (www.joseantoniomarina.net), quien cita documentación de Intermon Oxfam: cada año se fabrican 16.000 millones de municiones, más de dos balas por cada habitante del planeta.

Así que, para calcular cuántas balas nos han sido destinadas desde que nacimos, habría que multiplicar nuestra edad por 2. Ése es el número de balas que corresponde a cada uno. En mi caso, resultan 90. Para matarme sobran 89 (sin contar con las demás armas disponibles, mucho más mortíferas). Lo que evidencia el colosal derroche.

O sea que, incluso desde el punto de vista económico, el mal lo hacemos mal. La irracionalidad la fabricamos irracionalmente.

Monday, March 24, 2008

Sedes

Nuestra sed de compañía. Nuestra sed de soledad.

Nuestra sed de acción. Nuestra sed de quietud.

Nuestra sed de ruido. Nuestra sed de silencio.

Nuestra sed de realidad. Nuestra sed de ensoñación.

Nuestra sed de leer lo que otros escribieron. Nuestra sed de que otros lean lo que escribimos.

Nuestra sed de amar. Nuestra sed de ser amados.

Nuestra sed de saber. Nuestra sed de misterio.

Nuestra sed de poseer. Nuestra sed de desear.

Nuestra sed de libertad. Nuestra sed de sumisión...

Nuestra sed, nuestras sedes. Nuestra avidez, nuestro entramado de avideces.

Las sequedades -cambiantes y contradictorias- que nos tejen. Los insaciables páramos. Las sequías y carencias de las que estamos hechos.

Thursday, March 13, 2008

Una fuerza irresistible

Un poema de Bukowski expresa muy bien la necesidad de crear:

Ya sabes, la familia, el trabajo,
siempre ha habido algo en mi camino
pero ahora he vendido mi casa,
he encontrado este sitio,
un estudio grande,
tienes que ver qué espacio y qué luz
por primera vez en mi vida voy a tener un sitio y tiempo para crear.

No, hijo, si vas a crear crearás aunque trabajes
16 horas diarias en una mina de carbón
o
crearás en un cuarto pequeño con tres niños
mientras no cobras nada más que el paro.

Crearás como parte de tu mente y de tu cuerpo destrozados
crearás ciego
mutilado
demente,
crearás con un gato subiéndote por la espalda
mientras la ciudad entera se estremece ante un terremoto,
un bombardeo,
una inundación, un incendio.

Hijo, aire y luz y tiempo y espacio
no tienen nada que ver con la creación
y no crean nada más que, quizá, una vida más larga
para encontrar nuevas excusas para no hacerlo.

Antonio Lobo Antunes, por su parte, considera que a la pregunta de por qué se escribe, cada uno puede dar quince o veinte respuestas verdaderas, aunque seguramente ninguna sincera, porque la realidad es que tú no sabes por qué. Es como si preguntas a un manzano por qué da manzanas. Tú desconoces la razón profunda por la que escribes. Lo que sabes es que la escritura es una necesidad.

Son muchas las personas que sienten (sentimos) la pulsión de escribir. No necesariamente de publicar, pero sí de escribir.

La irrupción de Internet y los blogs ha propiciado que muchos de los textos y poemas que antes permanecían en el fondo de un cajón, ahora puedan ser leídos en la pantalla de un ordenador conectado a la red.

A veces visito, al azar, algunos blogs y encuentro en ellos textos más intensos y emotivos que los de muchos autores consagrados. Textos en que sus autores expresan sus sentimientos, vuelcan su corazón. Palabras de gente que necesita escribir; palabras que, de otro modo, habrían quedado ocultas e inaccesibles.

Si es cierto que la vida es un combate contra la depresión en el que cada uno se defiende como puede -con el trabajo, con el amor, con los amigos…-, en esa pugna muchas personas necesitan (necesitamos) combatir el abatimiento escribiendo palabras.

Así que creemos. Escribamos… aunque sea en una mina de carbón, en un cuarto pequeño con tres niños o en medio de un terremoto.

Escribamos porque sí: por la misma y desconocida razón que lleva a los manzanos a dar manzanas.

Thursday, March 06, 2008

Dioses y demonios

Puede que la ética sea un instinto.

Al igual que los demás instintos (sexual, maternal, de supervivencia…), la ética puede haber sido una tendencia favorecida por la selección natural, en la medida en que sirve a la conservación de la especie.

Los grupos homínidos en que no hubiera cierta ética (cierto respeto elemental a los demás, cierta cooperación básica entre sus miembros) estaban abocados a extinguirse, ya fuera por autodestrucción o bien por su mayor vulnerabilidad frente a ataques externos; prevaleciendo en cambio aquellos grupos en que la solidaridad y el respeto sí estaban presentes.

De ahí puede provenir el impulso que nos mueve a no causar daño a los demás. De ahí también, posiblemente, el altruismo y la empatía (el ponernos en lugar del otro).

Esto puede ser la raíz de la ética humana y el arranque de la moral y de la conciencia: la interiorización de un instinto para la conservación de la especie.

He aquí, tal vez, el origen del bien y del mal. El bien sería actuar conforme a ese instinto. Y el mal sería llevarle la contraria. Ante el mal, el instinto ético protesta: eso sería el remordimiento.

Aun cuando los elementos esenciales de la ética puedan explicarse así, creo que la idea del bien no resulta desacreditada por el hecho de descubrir sus raíces biológicas. El concepto del bien, aunque obedezca a patrones utilitarios y evolutivos en la conformación de nuestro psiquismo, es la base que ha permitido la pervivencia de la Humanidad al preservarnos de la autodestrucción.

Puede que el bien no posea un sustento universal o metafísico, sino instintivo y biológico. Pero en todo caso es un presupuesto medular de nuestra existencia como humanos.

Y esto último constituye, bajo mi punto de vista, un soporte suficiente para asentar su valor.

Tuesday, March 04, 2008

Cada palabra

Delante de ti hay una montaña de gran tamaño. Puedes decir que es muy grande, o que es inmensa, o que es enorme

La comida que pruebas sabe bien. Puedes decir qué comida tan sabrosa, o tan buena, o tan rica

Te encuentras animado. Puedes decir estoy feliz, o estoy alegre, o estoy contento, o…

Cada palabra que pronunciamos es una opción, una elección entre varias. En un momento dado elegimos decir estoy cansado y descartamos decir qué fatiga o no puedo más

Y así continuamente: en cada circunstancia, en cada frase que al descuido pronunciamos, en todo lo que cotidianamente decimos.

Cuando estamos hablando, ¿escogemos -segundo a segundo- cada palabra que usamos, o más bien son las palabras quienes se eligen a sí mismas?

Monday, March 03, 2008

Inhibición

El escritor Antonio Lobo Antunes participó como soldado del ejército portugués en la guerra de Angola. Su experiencia sale a relucir en varias de sus novelas. En un libro de conversaciones con el escritor, éste explica que "me acuerdo de partidos de fútbol en los que el balón eran cabezas humanas... Y con toda naturalidad se sustituían: -Este balón ya no sirve, otra cabeza".

Así que, durante aquella guerra, unos hombres jugaban al fútbol con las cabezas de otros hombres.

¿Alguien se explica que, al contemplar esa escena, el Árbitro no pitase el final del partido?

¿O será que no había -que no hay- ningún Árbitro?

Wednesday, February 27, 2008

Ese líquido

-Un 98% de agua,
-un 1,3% de cloruro de sodio, y
-pequeñas cantidades de albúmina, lípidos y sales.

Ésta es la composición de las lágrimas.

Desde el punto de vista químico no resultan muy especiales. Hay otros fluidos corporales mucho más curiosos.

Pero yo querría irme sabiendo que nadie segregó ese líquido, precisamente ese líquido, por mi culpa.

Monday, February 25, 2008

Lo que se avecina

Hoy ya es posible saber, utilizando registros de resonancia magnética funcional muy sensibles, si una persona está pensando en personas y caras, o bien en casas y edificios. Y también se puede conocer si esas caras o esos edificios le gustan o disgustan. Por ejemplo, el área fusiforme en el sistema visual es una región cerebral que responde casi exclusivamente a la visión de caras y muy poco a otra clase de formas u objetos. De modo similar, una parte del giro parahipocampal responde bastante selectivamente a imágenes que se refieren a casas o edificios.

Aun siendo todavía un tema de ciencia ficción el logro de una máquina lectora del pensamiento, la realidad es que caminamos hacia una tecnología que eventualmente podrá volverse capaz de hacer un “bypass” a las vías clásicas de comunicación, como la expresión oral o el lenguaje corporal que controla voluntariamente una persona, y saber qué está pensando a través de la pura lectura de la actividad cerebral.

(F. Mora, Neurocultura)

Orwell imaginaba casas de cristal en las que nada escaparía al control ajeno. Pero lo que al parecer se avecina no son muros transparentes, sino cráneos que, con la técnica adecuada, dejen ver su interior: el miedo, el afecto, la esperanza, la angustia…

¿Qué será de los humanos cuando ni siquiera podamos guardar, dentro de nosotros mismos, los sentimientos negativos; cuando se nos pueda juzgar no sólo por nuestros actos, sino también por lo que pensamos y sentimos?

¿Se tendrá en cuenta entonces que gran parte de nuestras ideas y emociones ni siquiera son voluntarias?

Friday, February 22, 2008

Irse

Irse y poder decir me amaron unas cuantas personas; algún perro; algún gato. Yo también los amé.

Irse y poder decir no dejo heridos, no dejo cuentas..., creo al menos que no dejo.

¿No os parece que irse así no estaría mal del todo?

Thursday, February 21, 2008

Su propio matiz

Angustia no es congoja. Congoja no es malestar. Malestar no es abatimiento. Abatimiento no es tristeza. Tristeza no es amargura. Amargura no es consternación. Consternación no es zozobra. Zozobra no es desamparo. Desamparo no es aflicción. Aflicción no es pesadumbre…

Cada forma de sufrir es específica. Cada dolor tiene su propio matiz.

Eso nos pasa por inventar tantas palabras.

Wednesday, February 20, 2008

EscribámoNOS

Escribamos, cada uno, nuestros anhelos. Escribamos lo que consideramos importante. Lo que para cada uno es valioso, aunque no lo sea para la convención social.

Que cada uno escriba (para sí, no para los demás) sus verdaderos sueños. Y vaya tachándolos a medida que los realice.

Hagamos lo mismo con aquello que, desde nuestro interior, nos proponemos cambiar.

Que cada uno, cuando se juzgue mal a sí mismo, escriba todo lo que ha hecho bien en su vida; lo que, de haberlo hecho otra persona, juzgaría positivamente. Para autoperdonarse; para no ser más severo consigo que con los demás.

(¿Cuánto hace que no me escribo?, ¿cuánto hace que no te escribes?...)

Escribamos. No para nadie, sino para nosotros mismos. Escribámonos.

Tuesday, February 19, 2008

Fórmulas

Las mismas leyes físicas que rigen en el mundo material rigen en el mundo cerebral, porque el cerebro es, obviamente, materia.

Aunque no se conozcan todos los entresijos del cerebro, lo que parece claro es que la activación de los impulsos neuronales así como el funcionamiento de sus conexiones y circuitos han de ajustarse a las mismas leyes (de la energía, de la cinética, de la transformación, etc) que gobiernan el mundo físico.

¿Será posible entonces una formulación matemática (algo así como el área del trapecio o la composición del agua), pero referida a cada pensamiento, a cada recuerdo, a cada emoción?

Monday, February 18, 2008

Imagina

Imaginaos a Jesús, al Jesús de verdad, al de amaos los unos a los otros como yo os he amado, vestido de inquisidor. Con su caperuz, su túnica, su potro de las torturas...

Imaginaos a Jesús haciendo abjurar a Galileo (bajo amenaza de muerte) de su universo heliocéntrico.

Imaginaos a Jesús vestido de soldado de las Cruzadas. Con su casco, su escudo y su espada, dispuesto a aniquilar infieles para defender los santos lugares.

Imaginaos a Jesús vestido de cardenal. Con una casulla de color púrpura y un bonete o una mitra (esa especie de gorro con cuatro picos) puesto en la cabeza.

¿Podéis imaginároslo? ¿Podéis representaros así a Jesús?

Yo, desde luego, no.

Friday, February 15, 2008

Neurofarmacia

Fármacos para el cerebro.

Fármacos para potenciar la memoria. Para retener todos los datos que deseemos. Para memorizar sin apenas esfuerzo: una sola lectura y el cerebro lo graba.

Fármacos para agrandar la inteligencia. Para que ningún cálculo se nos resista. Para entender los teoremas matemáticos, las ecuaciones de Einstein, los principios de la física…

Fármacos para ampliar la encefalización. Para captar lo que no abarcamos: la infinitud, lo acausal, lo intemporal… Para percibir todo lo que no percibimos. Para encontrar las respuestas secretas.

Fármacos para la mente. ¿Será posible producirlos? (Si la naturaleza ha logrado estirar cerebros –desde el cerebro de la pulga hasta el cerebro humano-, ¿por qué no ha de poder la ciencia?)

Y, de resultar eso posible, ¿cómo será, como veremos el mundo con un cerebro ensanchado?

Thursday, February 14, 2008

El proceso

Tras la guerra civil española de 1936-9, el poeta Miguel Hernández fue encarcelado y sometido a consejo de guerra por el bando vencedor. Su expediente judicial y carcelario aparece publicado en el libro “Proceso y expediente contra Miguel Hernández” (Alicante, 1992).

La sentencia que lo condenó es sumamente escueta. En un solo párrafo declara “que el procesado Miguel Hernández Gilabert, de antecedentes izquierdistas, se incorporó voluntariamente en los primeros días del Alzamiento Nacional al Quinto Regimiento de Milicias, pasando más tarde al Comisariado Político de la primera brigada de choque e interviniendo entre otros hechos en la acción contra el Santuario de Santa María de la Cabeza. Dedicado a actividades literarias, era miembro activo de la alianza de intelectuales antifascistas, habiendo publicado numerosas poesías y crónicas, y folletos de propaganda revolucionaria y de excitación contra las personas de orden y contra el Movimiento Nacional haciéndose pasar por el ``poeta de la revolución´´”.

Y termina condenándole “como autor de un delito de adhesión a la rebelión a la pena de muerte”, pena que después le fue conmutada por treinta años de cárcel.

Se hace duro imaginar a Miguel Hernández delante de aquellos hombres que le juzgaron, teniendo que tragarse las palabras frente a un tribunal injusto y espurio. Más bien deberían haber sido aquellos hombres los que se hubieran sometido al juicio del poeta, quien en todo momento defendió al Gobierno legítimo de España. Pero Hernández seguramente se bebió su orgullo por miedo a que, de otro modo, las consecuencias las sufrieran su mujer y su hijo (aquel niño para el que escribió las Nanas de la Cebolla).

Hay otro detalle, un tanto macabro, en el expediente carcelario del poeta. Cuando finalmente murió (en el año 1942 y a consecuencia de la tuberculosis que contrajo en la cárcel), los enfermeros no pudieron cerrarle los ojos. Al respecto, el médico de la prisión emitió un informe del siguiente tenor: “Que no me extraña que en el cadáver del recluso Miguel Hernández Gilabert no se pudieran cerrar los párpados por los medios mecánicos corrientes, ya que en vida dicho recluso padecía un síndrome típico de hipertiroidismo con sus facies de terror (síntoma de Graus) con su tríada de fijeza, insistencia y resplandor en la mirada. Su taquicardia y exoftalmos por insuficiencia paledral que, como dice Marañón, página 80, libro “Enfermedades del tiroide”: “Se pone más de manifiesto durante el sueño. Muchos de estos enfermos duermen con los ojos entreabiertos”. El síntoma de Dalrimple: El acortamiento del párpado superior deja ver parte de la esclerótica por encima de la córnea; y el de Graefe: En la rotación del globo ocular hacia abajo, el párpado no la acompaña dejando visible la esclerótica supracorneal. Su síntoma psíquico, puesto de manifiesto en su producción literaria y que encaja en lo que Pende llama taquipsiquia -viveza mental y emotividad exagerada- típico de dicho síntoma”.

Así que “taquipsiquia -viveza mental y emotividad exagerada-”. El médico había encontrado el origen (patológico) de su genio literario. En fin...

………………………………………………………………………………

Aunque es necesario conocer estos hechos, uno querría que nada de eso hubiera pasado. El propio Hernández deseaba que su hijo no conociera la verdad. En el último verso de las Nanas que le escribió, decía:

Duerme, niño, en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla;
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

Tuesday, February 12, 2008

Qué mayores

Les siguen gustando los cuentos, pero ahora los llaman narrativa.

Cada rabieta que cogen se denomina ahora arrebato.

Juegan como niños, pero ya no a vaqueros e indios. Ahora juegan bridge o practican golf.

Riñen como niños, pero ahora emplean tanques, misiles...

Y pretenden ser tomados por adultos.

Monday, February 11, 2008

Obedientes

Entre los planetas que El Principito visitó antes de llegar a la Tierra, había uno habitado por un rey. Era un rey que sólo mandaba cosas razonables, porque “si ordeno a un general que vuele de flor en flor como una mariposa, o que escriba una tragedia, o que se transforme en ave marina y si el general no ejecuta la orden recibida, ¿quién, él o yo, estaría en falta?… Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer… La autoridad reposa, en primer término, sobre la razón”.

Y el rey concluía: “Si ordenas a tu pueblo que vaya a arrojarse al mar, hará una revolución”.

No se sabe de ningún rey que haya ordenado a la gente arrojarse al mar.

Pero sí ha habido reyes (o faraones, o gobernantes) que han dispuesto que miles de súbditos dediquen sus vidas a erigirles mausoleos gigantescos en forma de pirámide. O que edifiquen suntuosas catedrales mientras la gente se moría de hambre. O que quemen vivos, en una hoguera, a supuestos herejes. O que arriesguen sus vidas, en delirios bélicos, invadiendo países.

No eran, precisamente, órdenes razonables. Pero el pueblo cumplió lo que se le mandaba y -al menos entonces- no hizo la revolución.

Friday, February 08, 2008

Dos ruedas

Lo que referimos como el “Yo” no es sino un estado mental particular que genera el cerebro. Lo subjetivo está generado por una actividad constante en un sistema tálamo-cortical activado en la vigilia que relaciona los estímulos sensoriales del mundo externo con la actividad cerebral interna (memoria). Este proceso une los componentes fracturados de la realidad externa e interna en un único constructo que es lo que llamamos el “sí mismo”. Para la creación del yo parece imprescindible el diálogo entre la actividad de dos “ruedas” tálamo-corticales. Una, constituida por los núcleos intralaminares no específicos y la corteza cerebral (núcleos máximamente activos durante la vigilia), y la otra, por el llamado complejo ventrobasal talámico. Esta última rueda provee al cerebro de la información sensorial del mundo externo que lo engarza con la actividad del mundo interno. La primera rueda sólo “gira” durante la vigilia; la segunda está constantemente activa. Por eso, para dar vida al “yo” se requiere estar despierto, que es cuando la primera rueda está en funcionamiento. Cuando existe el “yo”, hay engranaje entre las dos ruedas activas. Hay unión entre el mundo interno y el externo, luego soy.
(F. Mora, Neurocultura).

Supongo que por eso, cuando nos despertamos, necesitamos un tiempo para que las dos “ruedas” encajen: esos segundos durante los que no sabes quién eres ése que se ha despertado.

Tras leer esto sigo sin saber quién soy, pero al menos ahora intuyo cómo estoy hecho.

Thursday, February 07, 2008

En realidad

En la realidad no existen los años, los meses, los días. Son la Tierra o la Luna girando. ¿Te has preguntado alguna vez en qué día de la semana “cayó” el Big Bang?

En la realidad no existen los colores. Son un efecto óptico: el modo como percibimos la luz reflejada en los objetos.

En la realidad no existen los sonidos. Son ondas producidas por la vibración de los cuerpos.

En la realidad no existen los aromas, los sabores, las sensaciones… Son productos de la mente, subjetividades que el cerebro ha inventado.

Puede que existan el tiempo, la luz, las ondas, las emanaciones, las cosas que nos hacen sentir. Pero no existen los meses, la música, los olores ni las texturas. No existe el color amarillo. No existe el dulzor de las cerezas.

En la realidad no hay una cosa llamada esperanza, ni una cosa llamada dolor, ni una cosa llamada miedo.

En la realidad no existe casi nada.

Tuesday, February 05, 2008

Caprichos

Arte en singular es masculino (arte romano), pero en plural se feminiza (artes plásticas).

Cometa cambia de significado al mudar de género: el cometa (astro), la cometa (juguete).

Lo mismo les pasa a frente, corte, orden... Prueba a ponerles el o la delante: ya verás como cambian.

Celo en singular significa cuidado, esmero. Pero en plural (celos) es inquietud por que alguien nos dispute el amor de otro.

Igual ocurre con esposa (cónyuge) y esposas (anillas para los brazos).

De ningún varón se dice que es periodisto o especialisto. Pero el hombre que se dedica a la costura es modisto (no modista).

Víveres, cosquillas sólo existen en plural. No pueden estar solos.

Por el contrario, sur, sed, salud sólo existen en singular. No toleran compañía.

¿Y todo esto por qué? Por nada en especial, por mero antojo de las palabras. El lenguaje, a menudo, es un niño malcriado y caprichoso.

Monday, February 04, 2008

Cruzados

Bernardo de Claraval fue un monje francés que vivió entre los años 1090 y 1153. Tras su muerte fue canonizado por la Iglesia, convirtiéndose en San Bernardo.

Este monje fue el inspirador de las órdenes militares creadas en la Edad Media para enfrentarse a los musulmanes por el dominio de Palestina (los llamados Santos Lugares). Llegó a redactar los estatutos de la Orden del Temple.

Entre las obras que escribió figura el conocido como Libro de San Bernardo a los caballeros del Temple en alabanza de su nueva milicia.

En ella se leen frases como éstas:

-“La espada de esta brava milicia exterminará pronto a los hijos de la infidelidad. Ella rescatará de nuevo al pueblo de Dios y hará reposar a nuestros ojos el cuerno de la salud, en la casa de David su hijo”.

-“¡Qué gloria para aquéllos que vuelven victoriosos del combate, pero qué felicidad para los que allí encuentran su martirio!”

-“Pues si es cierto que quienes mueren en el Señor son bienaventurados, cuánto más felices aún son aquellos que mueren por el Señor”.

-“Es bien cierto que la muerte de los santos en su lecho o sobre un campo de batalla es preciosa a los ojos de Dios, pero yo la encuentro aún más preciosa sobre un campo de batalla, pues es al mismo tiempo más gloriosa”.

-“Los soldados de Cristo combaten en plena seguridad, pues no tienen en absoluto miedo a ofender a Dios matando a un enemigo y no corren ningún peligro si ellos mismos son muertos, ya que es por Jesucristo por lo que dan o reciben el golpe mortal, y no solamente no ofenden a Dios sino que adquieren una gran gloria: en efecto, si matan, es para el Señor, y si son muertos, el Señor es para ellos”.

-“Así el caballero de Cristo da la muerte en plena seguridad y la recibe en una seguridad aún más grande. No es en vano que porta la espada. Él es ministro de Dios y la recibe para ejecutar sus venganzas”.

-“En la proximidad del combate, se arman de fe por dentro y de hierro, en lugar de oro, por fuera, a fin de inspirar al enemigo más temor que ávidas esperanzas”.

-“He ahí los hombres valerosos que el Señor ha elegido de un extremo a otro del mundo entre los más valientes de Israel para hacerlos sus ministros y confiarles la guarda del lecho del verdadero Salomón, es decir, la guarda del Santo Sepulcro, como unos centinelas fieles y vigilantes, armados de espada y hábiles en el oficio de las armas”.

En cuanto a la justificación de la guerra contra el infiel, Bernardo de Claraval invoca (obviamente ante la ausencia de cualquier pronunciamiento de Jesús que pudiera servirle) un pasaje del evangelio de San Lucas (III, 13) en que, no Jesús, sino Juan el Bautista responde a unos soldados que le habían preguntado qué debían hacer para ser dignos del bautismo: “no extorsionéis a nadie ni lo denunciéis falsamente, sino contentaos con vuestra paga”. Y Bernardo colige que, dado que Juan el Bautista (a quien llama el mensajero del Salvador) “no les mandó renunciar a su oficio”, esto demuestra que a los cristianos no les está prohibido blandir la espada.

Por supuesto, no se conoce ninguna frase de Jesús que apoye o legitime una guerra santa contra los infieles. Aunque Jesús predicó una doctrina y encomendó a sus seguidores difundirla con la palabra y el ejemplo, jamás exhortó a defenderla mediante la violencia o las armas. Pero no importa: quienes están dispuestos a adulterar una doctrina siempre encuentran alguna rendija o resquicio para hacerlo.

Thursday, January 31, 2008

Híbridos

Agridulce.

Claroscuro.

Altibajo.

Vaivén.

Tragicómico.

Duermevela...

Antónimos abrazados en la misma palabra -igual que esos contrastes que albergamos dentro-. Contrarios que no se contrarían. Opuestos que no se oponen, que se atraen como polos eléctricos.

Contra(di)cción es contracción. O, como decía Machado: contrario suele ser complementario.

No sé quiénes inventaron esas voces híbridas, pero seguro que al hacerlo se miraron a sí mismos.

Wednesday, January 30, 2008

Sostenerla o enmendarla

Ni el soy ni el seré son rehenes del fui. Así que permitámonos cambiar. De ideas, de criterios, de valores, de fines… Con el único filtro, quizás, de poner por escrito por qué cambiamos: qué nos ha llevado a mudar de opinión. Primero lo escribiremos (para nosotros, no para los demás), luego lo leeremos y por último, si nos convence, consumaremos el cambio. “-A partir de ahora pienso así”.

Pagado ese pequeño tributo a aquello en lo que creímos, permitámonos cambiar sin miedo.

Memorias de África

Un médico español viaja periódicamente a países africanos (Mozambique, Malawi, Etiopía, Tanzania…), donde pasa temporadas asistiendo, con su experiencia clínica, a los enfermos de aquellos lugares. Al final del día escribe, en unos cuadernos (y con el corazón), sus vivencias. Esos cuadernos, ahora publicados en forma de libro, recogen historias de enorme crudeza, realidades que desearíamos que no existiesen. Pero existen.

Como ésta:

Tenía un año apenas y yacía delante de mí. Hacía tan sólo unas horas, justo antes de que viniera a buscarme el enfermero, había ingresado. Se llamaba Elsa. Elsa Mkwoyani, y yo la había visto convulsionar hacía poco, con los ojitos desquiciados, mirando más allá de las estrellas; en plena pelea, luchando, jadeando y en silencio, mientras su madre agarraba el brazo del suero en mitad de las convulsiones. Malaria cerebral. Llegó hoy. Cinco días febril. Medicina tradicional. Ningún resultado.

Elsa respira a bocanadas breves y muy rápidas. Elsa mira hacia la nada. Elsa inunda sus mejillas con espumarajos de algodón. Elsa se cansó. Reventó su cerebro infantil devorado por la malaria… Cuando llegué, aún estaba caliente… aunque ella ya se había marchado. Elsa ya no estaba. Hacía muy poco que se había ido, cruzando el firmamento. Tenía la piel templada aún por la fiebre y comenzaban a saltar los piojos del cabello, correteando por la camilla. Ellos ya habían adivinado que se terminaba la vida…

Leo: el coste de una mosquitera impregnada con piretrinas es de 10 dólares, y el mantenimiento anual de las piretrinas para impregnarla entre 0,5 y 1 dólar. Si se utilizaran en los lugares donde la malaria campa a sus anchas, se salvaría la vida de uno de cada cuatro niños que mueren por culpa del mosquito. Esto supone menos gasto que una hora de aparcamiento de París, Londres o Nueva York.

Entonces lloro. Lloro como un niño asustado. Lloro de rabia, de impotencia, de culpa, mientras vuelvo a iluminar con mi linterna las pupilas de Elsa, por si por un milagro aún no escrito hubiera en ellas alguna reacción. Lloro asustado y culpable mientras los ojos cristalinos de Elsa, negros como esta noche africana huérfana de estrellas, se tornan lacios y hueros…

La imagen del día, de la noche, la imagen de la vida es el rostro ausente y sin luz de Elsa. Sus manos a medio cerrar, su apenas un año arrancado de cuajo en el silencio, todas sus sonrisas y sus lágrimas aún por hacer, su piel de ébano tibio y marchito como una acacia abrasada. Y sobre todo el brillo exangüe de sus ojos azabaches, que se me han clavado en la frente como dos disparos de rabia, creo que para siempre.

El libro se llama Piel de azabache y quien narra sus vivencias es Francisco J. Panadero. Los beneficios obtenidos con su venta se destinan a ONGs de ayuda al desarrollo en África. El libro puede encargarse en www.publicacionesacuman.unlugar.com

Obviamente yo no soy nadie para pedirte que lo compres. Pero, aun así, te lo pido.

Tuesday, January 29, 2008

Borra eso

Irreversibilidad de los pasos. Actos sin marcha atrás, sin tecla supr para cancelarlos ni botón rewind para rebobinar.

Puedes quemar algo, pero no desquemarlo.

Puedes freír un huevo, pero no desfreírlo.

Puedes cortar a un pájaro sus alas, pero no -después- unírselas.

Puedes difamar a alguien, pero no desdifamarle.

Puedes herir a otro, pero no desherirle. Matarle, pero no devolverle a la vida.

Irreparabilidad de tus hechos. Puedes (a veces) enmendarlos, pero no deshacerlos. Puedes tacharlos y encima escribir perdón, lo siento…, pero no puedes suprimirlos con goma de borrar.

Monday, January 28, 2008

Cómo lo ves

Cuando subimos por una superficie inclinada, es una rampa. Cuando bajamos, es una pendiente.

Un ángulo formado por dos paredes, visto desde dentro, es un rincón. Visto desde fuera, es una esquina.

Los mismos animales que cuando están en el mar o en el río son peces, en la tienda y en la mesa son pescado.

Más puntos de vista:

Si lo que varios gritan nos agrada, esas personas dan gritos. Si nos molesta, entonces profieren gritos.

Si una creencia se mira con respeto, es una religión. Si se mira sin respeto, es una superstición. En el primer caso sus seguidores forman una confesión religiosa. En el segundo caso forman una secta.

Matar a una persona en tiempo de paz es un homicidio o un asesinato. Durante una guerra es un deber patriótico.

Ocupar por la fuerza un terreno ajeno se llama usurpación. Ocupar por la fuerza un país o un continente se llama conquista.

Cuestión de perspectiva, de ángulo de enfoque; de cómo contemplar ( no con los ojos, sino con la intención) las mismas cosas.

Saturday, January 26, 2008

Gente importante

He oído (y supongo que será verdad) que, de todas las especies que pueblan el planeta, sólo una depende absolutamente del ser humano para subsistir.

Esa especie es el piojo. Aunque tampoco todos los piojos: sólo la variedad que parasita al hombre.

Al parecer, esta clase de piojo solamente puede alimentarse de sangre humana. Evolucionó con nosotros y por eso no le sirve la sangre de ningún otro animal.

Así que, si de pronto un día todos los humanos nos extinguiéramos, la única especie que automáticamente desaparecería sería ésta. El piojo y nadie más.

Ninguna otra especie nos necesita. Ningún otro ser nos echaría en falta.

Tan importantes somos.

Friday, January 25, 2008

Desconsciencia

Me inertizaré. Se reordenarán las moléculas. Mi carbono, mi hidrógeno, mi oxígeno, mi sodio... pasarán a estar de otra manera. Ya no componiéndome, ya no en este cuerpo, ya no míos. Pero seguirán. Ellos por su lado y yo por ninguno.

Thursday, January 24, 2008

Bajas

Hay otros eufemismos, pero tal vez ninguno tan cínico como éste.

Seguramente se usó antes, pero (quizás por la edad que tengo) empecé a oírlo con motivo de las intervenciones militares en Kuwait, Irak y Afganistán.

Me refiero al término bajas para referirse a soldados muertos en combate (especialmente a los del ejército propio).

Baja en vez de hombre o mujer muertos. Baja en vez de cadáver. Baja en vez de ataúd…

En el fondo no creo que nadie se llame a engaño. No creo que nadie se deje estafar por la fonética (igual que si alguien dice “voy al baño” todos sabemos a qué va). No creo en el poder de las palabras para cambiar (ni siquiera amortiguar) la realidad que designan. Esas máscaras léxicas son casi de cristal.

Pero quienes emplean el término bajas para aludir a muertos de guerra están demostrando que, si pudieran ocultárnoslos, si pudieran mentirnos… lo harían.

Wednesday, January 23, 2008

Fracción

Cada yo, cada tú, cada él somos (aproximadamente) 1/7.000.000.000 de humanidad. Una porción ínfima. El cociente resulta 0,00000000014. Según esto, individualmente somos -desde un punto de vista estadístico- desechables, marginales, prescindibles. Evitemos el término despreciables. Despreciable es más bien ese modo estadístico de ver a cada uno.