Thursday, February 07, 2008

En realidad

En la realidad no existen los años, los meses, los días. Son la Tierra o la Luna girando. ¿Te has preguntado alguna vez en qué día de la semana “cayó” el Big Bang?

En la realidad no existen los colores. Son un efecto óptico: el modo como percibimos la luz reflejada en los objetos.

En la realidad no existen los sonidos. Son ondas producidas por la vibración de los cuerpos.

En la realidad no existen los aromas, los sabores, las sensaciones… Son productos de la mente, subjetividades que el cerebro ha inventado.

Puede que existan el tiempo, la luz, las ondas, las emanaciones, las cosas que nos hacen sentir. Pero no existen los meses, la música, los olores ni las texturas. No existe el color amarillo. No existe el dulzor de las cerezas.

En la realidad no hay una cosa llamada esperanza, ni una cosa llamada dolor, ni una cosa llamada miedo.

En la realidad no existe casi nada.

2 comments:

Sergi said...

Entonces no hay motivos para deprimirse.

Bueno, tampoco para alegrarse.

Pero, ¿existen los motivos? Supongo que tampoco.

Has estado enorme, Isidro.

Un saludo.

saiz said...

Gracias, Sergi, por tu visita, lectura y comentario.

Yo también supongo que los motivos sólo están dentro de nuestro cerebro, y por tanto carecen de existencia real, material, tangible.

En el texto de la entrada quería reflexionar sobre que la mayor parte de las cosas que nos son importantes no existen en la realidad, son meras construcciones del psiquismo. Antes de aparecer la conciencia no existían ninguna de esas abstracciones que tanto nos afectan: la alegría, el rencor, el afecto, el miedo, la rabia, el placer, el dolor... Tampoco existían las percepciones sensoriales.

Y si un día deja de haber seres conscientes, todo eso dejará otra vez de estar (si es que ha estado alguna vez), porque no habrá quien sienta ni quien perciba nada.

No es buena idea perseverar siempre en esta constatación y andar diciéndonos, cada vez que sintamos algo, "esto no existe". Pero creo que tampoco está mal pensarlo alguna vez.