Angustia no es congoja. Congoja no es malestar. Malestar no es abatimiento. Abatimiento no es tristeza. Tristeza no es amargura. Amargura no es consternación. Consternación no es zozobra. Zozobra no es desamparo. Desamparo no es aflicción. Aflicción no es pesadumbre…
Cada forma de sufrir es específica. Cada dolor tiene su propio matiz.
Eso nos pasa por inventar tantas palabras.
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2 comments:
Pesadumbre no es ansiedad. Ansiedad no es espanto. Espanto no es incertidumbre. Incertidumbre no es desesperanza. Desesperanza no es.
Muy bien, Mega. La lista sigue y sigue... Es lo que pasa por inventar tantas palabras, que cada una debe buscar su propio matiz para evitar la sinonimia perfecta, que la abocaría a la inutilidad terminológica. Y así es como cada una de esas palabras tristes acapara un trozo, una porción en el reparto del sufrimiento.
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