Friday, July 17, 2009

Junto a la vía del tren

Sigo leyendo el libro Medallones, de Zofia Natkowska, sobre los actos llevados a cabo por los nazis en la Polonia ocupada (libro al que ya dediqué una entrada anterior).

Reproduzco ahora un extracto del capítulo titulado Junto a la vía del tren:


Los que eran transportados en largos trenes, en vagones sellados, hacia los campos de exterminio a veces escapaban por el camino. Pero eran pocos los que se atrevían a fugarse… La única manera era arrancar algunas tablas del suelo del vagón… Había que tener valor para, tanteando alternativamente con las manos y los pies, arrastrarse hacia el exterior por la estrecha hendidura, por encima del estrépito y el chirrido del hierro, entre las ráfagas de aire que soplaban por debajo, sobre las traviesas que huían; luego alcanzar el eje y, agarrándose a él, deslizarse con los brazos hasta el punto desde donde un salto ofrecería alguna posibilidad de salvación…

Los fugitivos caían bajo las ruedas y a menudo morían en el acto…

La mujer que yacía junto a la vía formaba parte de los valientes… Al romper el día, la mujer, herida en una rodilla, estaba sentada al borde de la franja, sobre la hierba húmeda…

Se iban formando pequeños corros de curiosos que lanzaban miradas inquietas y se dispersaban enseguida… Para ofrecer ayuda o dar cobijo había sólo un castigo: la muerte segura.

Dos policías se acercaron, con ademán serio a ver lo que pasaba. Comprendieron la situación, se pusieron a deliberar sobre lo que debían hacer. Ella les conminó a que le pegaran un tiro…

Los policías aún dudaban sobre lo que debían hacer…
(finalmente un desconocido se ofrece a disparar, por piedad, a la moribunda con el arma que los policías le dejan).

Antes del mediodía vino el alcalde con algunos hombres y mandó retirarla y enterrarla junto a la vía”.

Sólo se me ocurre añadir, como reflexión, la frase con que la autora empieza el libro: “Fueron hombres quienes a otros hombres depararon semejante destino”.

4 comments:

saiz said...

Corrijo una errata en que he incurrido al transcribir el libro.

Donde dice

"Para ofrecer ayuda o dar cobijo había sólo un castigo: la muerte segura"

debe decir

"Por ofrecer ayuda o dar cobijo había sólo un castigo: la muerte segura".

emilia said...

ESPELUZNANTE, y por desgracia real.

Unknown said...

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Unknown said...

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