Si escribo esto, y tú lo lees, es porque tenemos ordenador. Y conexión a internet. Y líneas o cables de fibra óptica. Y fluido eléctrico…
Y alfabetización.
Y libertad para leer, escribir, opinar y publicar lo que queramos.
No le concedemos importancia pero, durante la mayor parte de la Historia, los humanos carecieron de todo eso. Y todavía hay quienes siguen sin tenerlo.
Está claro que somos gente muy afortunada. Somos tipos con suerte.
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4 comments:
Tenemos suerte y solo nos quejamos de lo que nos falta. Siempre estamos echando en falta cosas y casi nunca agradecemos lo que sí tenemos.
Así es, Aurora. Sólo valoramos los bienes que tenemos cuando dejamos de tenerlos. Es triste pero, a lo que se ve, muy humano. Para valorar la importancia de nuestros brazos tendríamos que ser mancos, para valorar la importancia de los ojos tendríamos que ser ciegos... Y así sucesivamente.
(Gracias por tu visita y comentario.)
estamos acostumbrados a llorar por lo que nos falta, sin valorar lo que tenemos, y así nos olvidamos de disfrutar de las cosas, bueno yo por suerte, he aprendido algo bueno en la vida, que es no quejarme de nada.
saludos.
me encanta todo lo que escribes.
Gracias, Marga.
Para valorar el agua necesitamos que se estropee el grifo. Para valorar la electricidad necesitamos que se vaya la luz. Para valorar el aire necesitaríamos quedarnos sin él (espero que no ocurra, no aguantaríamos ni 5 minutos). Y así pasa con todo: tan grande es nuestra innata estupidez.
Pero, como ni el agua ni la luz ni el aire cuestan mucho dinero (en el caso del oxígeno, que es lo más necesario, es gratis), nadie los valora.
En cambio valoramos mucho los rubíes, los zafiros, el oro, las esmeraldas, los diamantes... Cosas más bien inútiles pero que valoramos mucho porque son muy caras.
Quizá por eso escribió Machado que "todo necio confunde valor y precio".
Gracias por tus visitas y comentarios
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