Agridulce.
Claroscuro.
Altibajo.
Vaivén.
Tragicómico.
Duermevela...
Antónimos abrazados en la misma palabra -igual que esos contrastes que albergamos dentro-. Contrarios que no se contrarían. Opuestos que no se oponen, que se atraen como polos eléctricos.
Contra(di)cción es contracción. O, como decía Machado: contrario suele ser complementario.
No sé quiénes inventaron esas voces híbridas, pero seguro que al hacerlo se miraron a sí mismos.
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4 comments:
Es verdad... Somos contradictorios por dentro.
También hay antagónicos en "capicúa", en catalán cabeza y cola. Y me encanta .
Voces sabias, estos compuestos.
Dos más:
Aguanieve.
Manirroto.
Gracias, Mega, por seguir la lista.
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